Después de la confrontación, Clara se sintió confundida. Los miedos al rechazo y la ansiedad sobre lo que podría suceder la acompañaban a cada momento.
—¿Hice lo correcto? —se preguntó mientras caminaba sola por el parque, observando los árboles meciéndose con el viento—.
Julián la alcanzó, percibiendo su preocupación. —Siempre es difícil —dijo—, pero enfrentar lo que temes es la única manera de crecer.
Clara sintió que la verdad, aunque dolorosa, también era liberadora, y que cada miedo enfrentado fortalecía su carácter.