Clara comprendió que la familia, a pesar de sus conflictos y secretos, podía ser un apoyo sólido si existía comunicación y empatía. Sofía y sus padres comenzaron a abrirse más, y cada conversación reforzaba los lazos que habían estado débiles.
—Todos cometemos errores —dijo Clara—. Lo importante es aprender y seguir adelante juntos.
Ese reconocimiento fortaleció su confianza y le dio la seguridad de que podía enfrentar cualquier desafío familiar.