Una tarde, Clara se encontró con alguien que había marcado su infancia. La conversación fue larga y emotiva, revelando secretos olvidados y ofreciendo perspectivas nuevas sobre la vida, la familia y las decisiones personales.
—La vida siempre nos pone en caminos que no esperamos —dijo el visitante—. Pero cada encuentro es una oportunidad para aprender y crecer.
Clara comprendió que cada persona que cruza su camino podía enseñarle algo valioso, y que la vida estaba llena de lecciones ocultas, listas para ser descubiertas.