La lluvia caía suavemente sobre la ciudad, creando un murmullo constante que acompañaba los pensamientos de Clara. Recordaba conversaciones pasadas, secretos familiares y errores cometidos, preguntándose cómo cada decisión había afectado su presente.
—Todo parece tan complicado… —susurró para sí misma, abrazando sus rodillas en el sillón junto a la ventana—.
Sofía entró en la habitación con una manta y un café caliente. —Clara, no podemos cambiar el pasado, pero sí podemos decidir cómo enfrentarlo ahora —dijo con suavidad.
Durante horas hablaron de lo que habían aprendido de sus errores y de cómo podían reconstruir la relación familiar, entendiendo que las sombras del pasado podían convertirse en enseñanzas para el futuro.