Clara tuvo que enfrentar una verdad dolorosa sobre sus propias decisiones recientes. Se sintió culpable y confundida, pero sabía que ocultarlo no resolvería nada.
—Debo asumir lo que hice —murmuró—. Solo así podré aprender y seguir adelante.
La honestidad consigo misma se convirtió en un pilar de fortaleza, permitiéndole aprender de los errores y prepararse para enfrentar futuros desafíos con madurez y claridad.