Después de semanas enfrentando conflictos y secretos, Clara notó un cambio en sí misma. Su carácter se había fortalecido, su confianza crecido y su capacidad de tomar decisiones mejorado.
—Estoy aprendiendo a ser dueña de mi vida —pensó mientras escribía en su diario—. No puedo controlar todo, pero sí puedo decidir cómo reaccionar.
Cada desafío superado, cada verdad enfrentada, la hacía sentir más preparada para cualquier situación que la vida le presentara.