Clara se cuestionó sobre sus propias decisiones. La ansiedad y el miedo a equivocarse se mezclaban con la determinación de no dejar que los errores la definieran.
—No puedo dejar que mis dudas me paralicen —pensó mientras caminaba sola por el parque—. Debo aprender de cada paso, incluso si me equivoco.
Cada duda era una oportunidad de reflexión, aprendizaje y fortalecimiento personal.