El día siguiente trajo consigo un desafío inesperado. Clara tuvo que decidir cómo actuar frente a una situación complicada en la escuela, que involucraba injusticias y rumores. Su corazón latía con fuerza mientras evaluaba cada opción.
—Debo hacer lo correcto, aunque sea difícil —se dijo—. No puedo dejar que la injusticia pase sin respuesta.
La conversación con su maestro y compañeros fue larga y tensa. Clara mantuvo la calma, expresó sus ideas y defendió su punto de vista con claridad y firmeza. Al final, aunque no todos la entendieron, sintió orgullo por haberse mantenido íntegra y honesta.
—La valentía no es ausencia de miedo —pensó Clara—. Es actuar a pesar de él.