Clara comenzó a notar cambios significativos en su vida y en su manera de ver el mundo. La relación con sus padres mejoró gracias a conversaciones honestas, y Sofía se convirtió en su aliada más cercana. Incluso los amigos empezaban a comprender y valorar la nueva madurez de Clara.
—Parece que poco a poco todo está encontrando su lugar —dijo Clara mientras caminaba por el parque con Julián—. La vida sigue siendo complicada, pero siento que puedo enfrentarla mejor que antes.
Cada sonrisa compartida, cada conversación sincera y cada momento de tranquilidad se volvió un recordatorio de que la vida, aunque difícil, también estaba llena de luz y oportunidades para crecer.