Entre sombras y piel

CAPÍTULO 16 – Entre máscaras y verdades

Valentina – Presente

Nunca imaginé que una traición pudiera doler más que una bala.

Tatiana.
La mujer que cuidaba las espaldas de Adrik. Que me había ofrecido café. Que me había mirado con respeto.
Todo era falso.

Y ahora, me tocaba a mí descubrir cómo sacarla de su juego… sin alertarla.

—¿Estás segura de esto? —preguntó Adrik mientras me ayudaba a colocarme una diminuta cámara oculta en el dije de mi collar.

—Tan segura como de lo que siento por ti.

Él me miró como si eso fuera suficiente para arrancarle todas las defensas.

—No quiero que corras peligro, Valentina.

—Ya estoy en peligro desde el momento en que volví a amarte.

Supe que esa frase lo atravesó.
Y yo no iba a retroceder.

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Adrik – Presente

Verla entrar al edificio de operaciones con paso firme, vestida de negro, el cabello recogido, ojos decididos… fue un golpe directo a mi alma.

No era una víctima.
Ya no.

Era una mujer que estaba dispuesta a moverse en mi mundo.
No por necesidad.
Por decisión.

Tatiana estaba allí. Serenidad fingida. Sonrisas que ya no me tragaba.
Y Valentina, hábil, comenzó a entablar conversación. A indagar. A sembrar dudas sin que se notara.

Yo observaba desde el cuarto de vigilancia, cada movimiento grabado, cada palabra registrada.

Hasta que Tatiana cometió el primer error.

—¿Sabías que Adrik tenía otro lugar seguro? Uno que nadie conoce —dijo, con voz casual.

Valentina fingió sorpresa.

—¿En serio? Él nunca me lo mencionó.

—Quizá no confía tanto como crees.

Bingo.

Ese lugar… solo lo sabían dos personas.
Mikhail.
Y Tatiana.

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Valentina – Más tarde esa noche

—Tenemos algo —dijo Adrik, cerrando el portátil y mirando la grabación.

—¿Bastará?

—Es el inicio. Pero necesito más. Necesito que ella se crea segura. Que se relaje.

—Entonces déjame a mí.

Él me miró en silencio.
Y luego me llevó contra la pared.

—Eres más valiente de lo que imaginé.

—Y tú más vulnerable de lo que dejas ver.

Me besó con una mezcla de ternura y posesión.
Pero esta vez… no hubo sexo.
Solo un abrazo.
Firme. Largo.
De esos que no se piden.
Se necesitan.

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Valentina – Pensando antes de dormir

Tatiana no iba a caer sola.
Y yo… ya no iba a temerle a la oscuridad.

Porque cuando el amor nace entre sombras…
también aprende a pelear.



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En el texto hay: mafia +21 herencia, mafia amor

Editado: 26.03.2025

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