Entre sonrisas y cicatrices

Capítulo 5 — “La gala donde todo podía salir mal”

Alison

Hoy era EL día. La gala anual de las empresas más grandes del país. El evento donde uno debe verse elegante, profesional… y no como si sus crespos hubieran sido atacados por un huracán. Spoiler: mis crespos estaban en huelga. Miré mi reflejo. Mi vestido negro se veía precioso. Mi maquillaje, perfecto. Mi cabello… Bueno. Mi cabello parecía tener wifi propio. Pero no tenía tiempo para deprimirme. Necesitaba estar ahí. Era la primera vez que representaría a la empresa en un evento así. Cuando bajé del carro y vi el edificio iluminado, sentí el estómago retorcerse. Y entonces lo vi. Alex. Traje negro. Mirada seria. Expresión fría como la nevera de un supermercado. Maldito se veía demasiado bien. —Llegaste tarde —me dijo sin saludo ni sonrisa. —Llegué a tiempo —repliqué. —Cinco minutos tarde —corrigió. Respiré hondo. A veces me pregunto si lo hace a propósito. —Estás… elegante —me atreví a decirle. Él me miró de arriba abajo como analizando un informe financiero. —Tú también —respondió, sin emoción. Pero pude notar cómo sus ojos se detuvieron un segundo más en mis crespos rebeldes. Un segundo. Para mí… suficiente para querer huir y celebrar al mismo tiempo.

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Alex

La gala es importante. Contratos, alianzas, socios. No hay espacio para distracciones. Y hoy… Alison es una distracción enorme. Cuando la vi bajar del carro, con ese vestido y esos crespos que parecían tener vida propia… tuve que fingir revisar mi reloj para no quedarme viéndola como un idiota. —Llegaste tarde —le dije porque decir “te ves increíble” era demasiado peligroso para mi salud emocional. Ella olía a flores. Tenía los labios rojos. Iba perfecta. Excepto por el pelo. Pero incluso eso… le quedaba bien. No pienso admitirlo. Entramos. Luces. Música. Empresarios que se creen estrellas de rock. Todo normal… hasta que apareció Rebeca. Obviamente. —ALISOOOON —gritó desde lejos—. ¡TE VEZ ESPECTACULAR! ¡PERO TU CRESPO DE ATRÁS ESTÁ COMO AGRESIVO! Cerré los ojos. Que alguien me saque de aquí. Alison se quedó petrificada. Yo hubiera preferido incendiarme. Rebeca llegó como un meteoro brillante. —¡Alex! —me dijo dando un golpe en mi brazo—. ¿Por qué no la ayudas? Eres jefe, haz algo útil. —Es su pelo, no un proyecto de construcción —respondí seco. Alison casi se desmaya de vergüenza. Rebeca siguió, porque claro: —Ay, pero igual están lindos. Como… salvajes. Muy tú, amiga. Alison me lanzó una mirada que decía: Sácame de aquí. O mátame. Lo que sea más rápido.

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Alison

Si había un momento ideal para desaparecer del planeta era ese. Y lo peor es que Rebeca no terminó: —Vamos, tienen que saludar a los directivos. Alex, no seas frío y acompáñala,¡es nueva!

Yo quería decir: “no, está bien, puedo ir sola”. Pero Alex ya me había ofrecido su brazo. Yo lo tomé, fingiendo que no estaba sudando frío. —Tranquila —me dijo. En voz baja. Casi inaudible. Casi… cálido. Y juro que eso me confundió más que todo lo que pasó ese día.



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En el texto hay: amor celos, jefe ceo frío y serio, jefe empleda

Editado: 27.11.2025

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