Rebeca
Voy a empezar diciendo algo importante: YO sabía que estos dos iban a terminar juntos desde el día uno. ¿Que Alexander era frío? Sí. ¿Que Alison no podía ni mirar a un tipo guapo sin ponerse roja? También. ¿Que juntos parecían dos pollitos mojados tratando de interactuar? Absolutamente. Pero bueno. Aquí estamos. EL DÍA DE SU BODA. Y honestamente, no estaba preparada.
---
La entrada de Alison
Cuando Alison salió con ese vestido precioso, casi lloro como si fuera su mamá. Pero me controlé porque alguien tenía que mantener la compostura. Ella caminaba radiante, como una princesa… y Alexander se veía como un CEO al borde del colapso emocional. El hombre estaba PÁLIDO. Yo pensé: ¿Se va a desmayar? ¿Me toca agarrarlo? Spoiler: sí se iba a desmayar, pero se sostuvo en la mesa de los anillos.
--- El momento del “sí, acepto”
El sacerdote: —¿Aceptas a…? Alexander: —¡Sí! Ni dejó que terminaran la frase. Yo me atraganté con mi propia risa. Alison se puso roja como tomate. Las tías suspiraron. Un éxito total. Luego, cuando se besaron, DURO. Tanto que tuve que gritarles: —¡YA PAREN, QUE ESTO ES UNA BODA, NO UNA SERIE! Pero no me hicieron caso, obvio.
--- La fiesta
Primero, Alexander bailó con Alison como si se hubiera convertido en poeta italiano. Luego, bailó como si estuviera tratando de espantar mosquitos. Y Alison lo imitaba, muerta de risa. Fue adorable. Asquerosamente adorable. En un momento él la abrazó por la cintura y le dijo algo bajito. Ella se derritió literal. Yo rodé los ojos, pero por dentro pensé: Ok, los amo.
---
El pastel
Cuando llegó el momento de cortar el pastel, Alexander dijo: —Con cuidado, bambolina. Alison SONRIÓ como si él hubiera dicho la cosa más romántica del universo. Yo, mientras tanto, solo pensaba: Si mi futuro novio no me mira así, lo regreso a la fábrica. --- Después de todo Los vi bailar, reír, abrazarse… Y entendí algo: Alexander la mira como si ella fuera su mundo. Y Alison lo mira como si él fuera su casa. Yo no soy cursi. O bueno, solo por ellos dos. Porque si alguien merece este tipo de amor, son ellos. Mi Alison. Mi mejor amiga. Mi hermanita de la vida. Feliz para siempre con el tipo que la cuida como si fuese de cristal pero la mira como si fuera fuego. Y sí, lloré. No me pregunten cuánto.