Entre sorbos y tropiezos

Capítulo 38 – “Entre sorbos y tropiezos”

El reloj marcaba las seis de la tarde, y la oficina olía a despedida.
Las luces amarillentas se reflejaban en las tazas vacías, en las carpetas desordenadas y en los restos del desafío del café que todavía se comentaba como si hubiese sido un evento histórico.

Camila se había quedado sola, ordenando algunos papeles, mientras los demás se iban despidiendo uno a uno.
Jimena pasó junto a ella y la abrazó con complicidad:

—No lo niegues, te gusta.
—¿A quién? —preguntó Camila, sabiendo perfectamente la respuesta.
—A Andrés. Lo miras como si fuera tu espresso de la mañana.
Camila rió, empujándola suavemente.
—Anda, vete antes de que empiece a negar cosas que no puedo explicar.

Jimena salió riendo, y Camila se quedó un momento mirando por la ventana. La ciudad empezaba a encender sus luces, y el cielo tenía ese tono anaranjado que solo aparece cuando algo importante está por pasar.

Detrás de ella, se oyó el sonido familiar de una taza apoyándose en el escritorio.
—Sabía que te quedabas hasta tarde —dijo Andrés—. Así que traje… refuerzos.
Le extendió un café con su nombre escrito torcido en el vaso.

Camila lo tomó, sonriendo.
—¿Otro desafío?
—No. Esta vez solo quiero que tomes café conmigo sin declararlo una competencia.
—Eso ya es un cambio —bromeó ella.

Se sentaron uno frente al otro, en medio del silencio cálido de la oficina vacía.
No hacía falta decir mucho. El vapor del café subía despacio, como si el tiempo se hubiera detenido a observarlos.

—¿Sabes? —dijo Andrés, después de un rato—. Creo que todo empezó el día que me lanzaste esa carpeta a la cabeza.
—Fue un accidente.
—Sí, claro. “Accidente”.
Camila se rió, rodando los ojos.
—Y tú, que me llenaste el escritorio de globos y confeti… tampoco eres ningún santo.
—Yo prefiero pensar que fue un gesto artístico.
—Claro, arte moderno en forma de desastre —respondió ella, sin poder contener la risa.

Rieron juntos hasta que el eco llenó la oficina.
Fue uno de esos momentos en que todo encaja: el humor, la complicidad, el cariño.

Cuando la risa se apagó, Andrés se quedó mirándola con una expresión más suave.
—Camila… —empezó—. Entre todas las guerras que declaramos, creo que perdí la más importante.
Ella lo miró, confundida.
—¿Cuál?
—La de no enamorarme de ti.

El silencio que siguió fue largo, pero no incómodo.
Camila lo miró, y una sonrisa se dibujó lentamente en su rostro.
—Entonces… tal vez los dos perdimos.
Andrés se inclinó un poco más cerca, dudando por primera vez.
—¿Eso es malo?

—Depende —dijo ella, apenas en un susurro—. ¿Piensas rendirte?
—Por ti, sí.

Y antes de que el café se enfriara, los dos se besaron.
No fue un beso de película con lluvia ni música de fondo. Fue un beso torpe, lleno de risas contenidas y sabor a café con canela.
Pero fue real. Y cálido. Y perfectamente imperfecto, como todo lo que habían construido.

Al separarse, Camila soltó una carcajada.
—¿Sabes qué?
—¿Qué?
—Acabo de mancharte la camisa otra vez.
Andrés miró hacia abajo y soltó una risa resignada.
—Entre sorbos y tropiezos, ¿eh?
—Exacto —dijo ella, levantando su taza—. Brindemos por eso.

Y brindaron, riendo, mientras la ciudad seguía latiendo allá afuera.
Porque a veces, el amor no llega con promesas ni fuegos artificiales.
A veces llega en forma de café mal servido, de guerras absurdas, de risas compartidas…
y de dos personas que descubren que la vida, con todos sus tropiezos, puede ser dulce si se comparte.

Un mes después, la cafetería frente a la oficina tenía una nueva pareja de clientes habituales.
Se sentaban siempre en la misma mesa, pedían el mismo café y discutían por quién pagaba.
—Te toca a ti —decía Camila.
—Mentira, fue la semana pasada —contestaba Andrés.
Y el barista ya no sabía si reír o cobrarles por separado.

En el letrero del café, un cartel anunciaba: “Entre sorbos y tropiezos… siempre hay un nuevo comienzo.”



#3308 en Novela romántica
#1021 en Chick lit

En el texto hay: amor, odio, gracioso

Editado: 30.10.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.