Capítulo 17: Una vida que se desvanece

El sonido de su respiración era lo único que rompía el silencio en la habitación.

Ethan abrió los ojos de golpe, con el pecho subiendo y bajando con fuerza.

Algo estaba mal.

Su cuerpo estaba tenso, su mente aturdida, y aunque sabía que acababa de despertar… no se sentía como un despertar normal.

La sensación era diferente.

Era como si… hubiera perdido algo.

Cerró los ojos un instante, intentando calmar su respiración. Los recuerdos del sueño aún estaban grabados en su cabeza con una nitidez inquietante.

Iria estaba ahí, mirándolo con una sonrisa serena.

"Espero que no me olvides."

Las palabras se clavaron en su mente como espinas.

Se sentó en la cama y pasó una mano por su rostro.

No tenía sentido sentirse así.

Era solo un sueño… ¿verdad?

Pero entonces, ¿por qué su pecho se sentía tan vacío?

Tomó su teléfono y lo desbloqueó por costumbre.

La luz de la pantalla iluminó la habitación oscura, proyectando sombras en el techo.

Se quedó viendo la fecha por un momento, como si esperara encontrar algo extraño en ella.

Pero todo parecía normal.

Excepto que él no se sentía normal.

El resto de la mañana transcurrió como cualquier otro día.

Se vistió, bajó a desayunar con su familia, escuchó las conversaciones habituales.

Pero todo le parecía… distante.

Como si estuviera viendo su propia vida a través de un vidrio.

Mientras bebía un sorbo de café, un pensamiento lo golpeó con fuerza.

"Si sigo soñando… ¿qué más se va a borrar?"

Hasta ahora, había aceptado los cambios en su vida con cierta resignación. Pero después de lo que había visto en su sueño…

Después de lo que Iria le había dicho.

Ya no podía seguir ignorándolo.

Algo estaba alterando su mundo.

Y no podía quedarse de brazos cruzados esperando a ver qué más desaparecía.

Ethan subió a su habitación y cerró la puerta con un leve clic.

Se dejó caer en la silla de su escritorio, sintiendo un peso en el pecho que no sabía cómo explicar.

Había algo que necesitaba comprobar.

Con un movimiento automático, desbloqueó su teléfono y abrió la galería.

Sus dedos se movieron con rapidez, navegando por los álbumes de fotos, por los recuerdos guardados a lo largo de los años.

Pero algo no estaba bien.

El espacio que una vez estuvo lleno de momentos compartidos, de fotos de salidas, de conversaciones capturadas en imágenes… ahora parecía vacío.

No había ninguna imagen suya con ella.

Con su antigua relación.

Su corazón latió más fuerte mientras deslizaba la pantalla con ansiedad.

Buscó en cada rincón de su galería. Revisó carpetas ocultas, álbumes antiguos, incluso las fotos etiquetadas en redes sociales.

Pero no encontró nada.

Los recuerdos estaban ahí, en su mente, nítidos.

Podía recordar los días en que salían juntos, las conversaciones nocturnas, la manera en que ella se reía cuando le contaba algo tonto.

Podía recordar el día exacto en que tomaron su primera foto juntos.

Podía recordar los detalles del fondo, la ropa que llevaban puesta…

Pero la imagen no existía.

Ni en su teléfono, ni en sus redes sociales.

Era como si nunca hubiera sido tomada.

Ethan sintió que su piel se erizaba.

Con el estómago revuelto, salió de la galería y abrió Instagram.

Fue directamente a la lista de seguidores, su dedo temblando apenas mientras escribía su nombre en la barra de búsqueda.

Seguía estando ahí.

Se seguían mutuamente.

Pero cuando entró en su perfil… fue como ver a una desconocida.

Las fotos eran diferentes a como las recordaba.

Las publicaciones que solían estar ahí ya no existían.

No había rastros de su pasado compartido.

No había comentarios suyos en sus fotos, ni recuerdos de conversaciones en la sección de mensajes.

Ethan tragó saliva.

Deslizó la pantalla hacia abajo, revisando su lista de "Me gusta", sus interacciones pasadas… nada.

Como si nunca hubiera sido parte de su vida.

Y lo peor de todo…

No tenía su número.

Fue directo a la aplicación de mensajes, tecleó su nombre en la barra de búsqueda…

Nada.

No había mensajes guardados.

No existía ni un solo registro de que alguna vez hubieran hablado.

Su relación había desaparecido.

Solo los recuerdos en su cabeza le decían que alguna vez sucedió.

Y si no fuera porque aún los tenía, hubiera pensado que estaba perdiendo la razón.

Ethan apretó el teléfono con fuerza.

La pantalla tembló ligeramente en su agarre, reflejando el pánico en sus ojos.

No podía ser…

No podía ser…

Pero lo era.

Y lo aterrador no era solo que su historia con ella hubiera desaparecido.

Lo aterrador era que… parecía que el mundo nunca había notado que ella alguna vez estuvo ahí.

No podía aceptar esto sin más.

Necesitaba confirmarlo.

Por eso, más tarde, mientras hablaba con Daniel y Andrés en la escuela, soltó la pregunta de la forma más casual posible.

—Oye, ¿tú recuerdas que estuve con Sophie?

Lo dijo con naturalidad, como si fuera un simple comentario sin importancia.

Pero la respuesta llegó demasiado rápido.

—¿Ustedes? Nunca hablaron realmente, ¿no?

Ethan sintió un escalofrío recorrerle la espalda.

—Sí, eran amigos, pero nada más —agregó Andrés—. Además, ella era menor que tú, dudo que hubiera pasado algo.