Entre Sueños y Destinos

Capítulo 23: Líneas Difusas

El mensaje de Sophie seguía en la pantalla.

"Hoy fue lindo. ¿Te parece si nos vemos otro día?"

Ethan lo leyó una y otra vez, pero no respondía.

No sabía qué sentir.

No era como si Sophie hubiera dicho algo fuera de lo normal. Era solo un mensaje casual, una simple invitación. Algo que, en cualquier otra circunstancia, no tendría por qué inquietarlo.

Pero después de todo lo que había recordado… después de todo lo que había descubierto…

Sophie no era solo una persona más en su vida.

Era alguien que, en otra realidad, había sido parte de su historia.

Y ahora estaba de vuelta, como si nunca hubiera desaparecido.

Pero lo había hecho.

La Sophie de esta realidad no tenía razones para hablarle. No tenía por qué buscarlo. No tenía por qué mirarlo como si lo conociera de antes.

Ethan dejó escapar un suspiro, pasando una mano por su rostro.

Se sintió tentado de dejar el mensaje sin responder. De ignorarlo, de hacer como si todo esto fuera solo una coincidencia pasajera.

Pero entonces… su dedo se movió antes de que pudiera evitarlo.

—Está bien.

El mensaje salió antes de que pudiera arrepentirse.

Ethan dejó el teléfono en la mesa y se hundió en la cama, mirando el techo.

No tenía idea de lo que estaba haciendo.

No tenía idea de lo que significaba todo esto.

Solo sabía que, por alguna razón, no había podido rechazarla.

Y eso le preocupaba más de lo que quería admitir.

Al día siguiente, en la universidad

Ethan no esperaba verla tan pronto.

El sol de media mañana iluminaba los pasillos de la universidad, reflejándose en las ventanas de los edificios y proyectando sombras largas sobre el suelo. El aire era fresco, con el sonido distante de conversaciones entre estudiantes, el murmullo de hojas de apuntes y el tecleo constante de computadoras en el patio.

Intentaba mantenerse ocupado, concentrarse en lo cotidiano. En lo que era seguro, predecible.

Pero entonces, en el momento más inesperado, la vio.

Había girado en uno de los pasillos cuando su mirada se cruzó con la de ella.

Sophie estaba a unos metros de distancia, apoyada contra la baranda de un corredor, sosteniendo su teléfono en una mano, como si acabara de revisar un mensaje.

No parecía sorprendida.

Ni siquiera parecía dudar antes de mirarlo directamente.

La distancia entre ellos no era mucha, pero en ese breve instante, pareció hacerse eterna.

Ethan sintió un vuelco en el pecho.

Fue solo un segundo. Un instante fugaz, pero lo suficiente para que el tiempo pareciera ralentizarse a su alrededor.

La expresión de Sophie no era de sorpresa ni incomodidad.

Era serena, natural… pero en su mirada había algo más.

Ethan no supo describirlo con precisión.

No era solo una sonrisa casual.

Había calidez en ella. Una familiaridad que no debía estar ahí.

Algo dentro de él le advirtió que no debía quedarse viéndola por mucho tiempo.

Desvió la mirada de inmediato y siguió caminando, sintiendo el peso de su propio pulso en los oídos.

Pero no pudo ignorar la sensación extraña que se quedó con él.

Su corazón latía más rápido de lo normal.

Era ridículo.

No tenía por qué sentirse así.

No era la primera vez que la veía en la universidad.

Pero esta vez… se sintió diferente.

Como si esa simple mirada hubiera cambiado algo.

Como si Sophie supiera algo que él no.

Como si el mundo que lo rodeaba estuviera volviéndose más inestable con cada paso que daba.

Ethan respiró hondo, tratando de calmarse.

"No tiene sentido."

"No debería tener sentido."

Pero entonces, sin quererlo, su mente le susurró otra posibilidad:

¿Y si Sophie estaba recordando más de lo que él creía?

Sacudió la cabeza de inmediato, descartando ese pensamiento.

No. No podía ser.

Ella no le había dicho nada que insinuara eso.

Ella no podía saber lo que él recordaba.

"Solo fue un cruce de miradas. Nada más."

Pero incluso cuando intentó convencerse de ello…

La sensación persistente de que algo escapaba de su control no desapareció.

Ethan se dirigió al aula, tratando de dejar atrás el encuentro.

Pero a lo largo del día, la imagen de Sophie seguía apareciendo en su mente.

No era la primera vez que la veía.

No era la primera vez que hablaban.

Pero por alguna razón, su presencia lo inquietaba más ahora que antes.

Y lo que más le preocupaba…

Era que la sensación no desaparecía.

Incluso cuando el sol comenzó a ocultarse tras los edificios de la universidad, incluso cuando caminó de regreso a casa, el recuerdo de su mirada seguía ahí.

Como si Sophie hubiera dejado algo en él con esa sonrisa.

Algo que no podía entender.

Algo que no podía ignorar.

Y mientras se recostaba en su cama, exhausto pero incapaz de conciliar el sueño, un pensamiento lo golpeó con fuerza:

“¿Y si esta realidad sigue cambiando… y yo ni siquiera me estoy dando cuenta?”

Su cuerpo se tensó.

Cerró los ojos, tratando de apagar la inquietud.

Pero en lo más profundo de su mente…

Sabía que algo más estaba por venir.

Y esta vez, no estaba seguro de querer enfrentarlo.



#2798 en Fantasía

En el texto hay: fantasia, romance

Editado: 07.04.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.