La respiración de Gaara se detuvo, sus ojos agua marinas chocaban con los azules mientras que Naruto por su parte se aferraba al marco de aquella puerta, Naruto inhaló profundamente y armándose de valor decidido romper aquel silencio que no los llevaba a ningún lado, solo alargaba aquello que tenía que terminar ya.
-Disculpe señor, ¿busca a alguien? - interrogo en tono tajante y distante mientras su entrecejo se fruncía y mostraba una completa cara de indiferencia, frustración entre más emociones mezcladas difíciles de descifrar.
Hacia apenas unas horas había despedido a Sasuke y ahora se hallaba , "recibiendo" al idiota de su ex que se supone no debía haber vuelto.
Gaara por otro lado le miraba serio y molesto, no entendía la actitud de Naruto, bueno, la entendía, pero..., negó rápidamente, no era momento de pensar en sí mismo, Naruto tenía toda la razón de estar enojado, ni siquiera el misma podía perdonarse lo que le había hecho. Inhalo de manera profunda mientras intentaba acercarse, grabe error, una fuerte bofetada hizo eco en el lugar llamando la atención se su invitado.
-Naruto estas bien?!- llamo alarmado Deidara saliendo de la cocina, al ver aquel hombre miro a todos lados de manera preocupada cerciorándose de que Kiba no estuviera ahí -Naruto, si un varón está aquí tendrás problemas y lo sabes- le recordó de forma seria mientras caminaba a la ventana asomándose cuando divisó a Kiba bebiendo algo de licor, corrió la cortina y dirigió su mirada una vez al rubio menor -tomara poco tiempo para que Kiba se dé cuenta y seguro lo informará- dijo serio viéndole
-Quien eres tú para hablarle así? - soltó el pelirrojo mientras gruñía, Deidara le miró de arriba a bajo como si no fuera la gran cosa y es que para él así era, ese pelirrojo no era nada.
-la pregunta es, quien te crees y quién eres?, Sabes que este chico ya está comprometido y no será grato si se entera su prometido que estas aquí, en su apartamento, sin autorización del perro de allá abajo- soltó con sorna mientras sonreía con prepotencia y superioridad.
-Deidara vuelve a la cocina por favor, es una confusión – comento Naruto viéndole, después de todo, Deidara tenía razón, si Sasuke se enteraba de esa visita tendría graves problemas, había notado que el mayor era demasiado territorial y celoso, francamente no quería molestarlo o poner a prueba que tan lejos podía llegar por celos.
Deidara accedio retirándose a la cocina sin embargo ese sujeto le recordaba a alguien y eso le dejaba intrigado.
-Gaara retirate por favor – pidió Naruto serio una vez más.
-dime que no es verdad, no puedes estar comprometido- soltó Gaara ignorando aquella petición, su preocupación era notable, no podía creer aquello que había escuchado, Naruto no podía estar comprometido. - ¡He vuelto por ti mi zorrito, no puedes estar comprometido con nadie! – exclamó Gaara de forma colérica mientras golpeaba aquella puerta buscando algo de contacto con el amor de su vida.
Aquello fue sin duda una bofetada a guante blanco para el doncel, Naruto se llenó de ira, ¿por qué no podía?, Él era libre hasta donde recordaba, dueño de sí mismo y su futuro, aunque ahora su dueño era Sasuke y eso le gustaba.
-lo siento, pero no tengo por que darte explicaciones, lo que yo haga y halla echo con mi vida es cosa mía, tu no tienes nada que ver más, eres mi pasado Gaara, así que vete ya- ordeno serio.
-Naruto sabes bien que la decisión que tome aquel día no era solo por mi si no por lo...- su boca se detuvo, las palabras dejaron de salir cuando diviso aquel infante el cual le miraba curioso.
-Shinki que haces aquí? - exclamo Naruto serio al descubrir por que Gaara había dejado de hablar
-el señor Deidara dice que debes entrar ya- dijo viéndole -que papá Sasuke no estará feliz si se entera que tenemos visitas y yo prometí cuidarte bien- dijo serio acercándose para tomar su mano.
-lo siento hijo, tienes razón, el señor ya se iba, solo se equivoco de casa- exclamo Naruto -anda ve a lavar tus manos ya vamos a cenar- pidió besando su frente
-sí! - soltó eufórico el menor, comerían rico, Sasuke antes de irse había dejado bien surtida la despensa y la alacena por lo cual se darían un gran banquete, sin dudarlo soltó a su madre y corrió a la cocina de nueva cuenta para lavar sus manos.
-Naruto... e-ese niño es mi...-
-mi hijo Gaara- soltó -Y su padre es Sasuke Uchiha, así que vete ya- dijo cerrando de golpe aquella puerta sin dejar hablar más, ingreso a la cocina donde aquellas dos miradas se posaron sobre él.
-ya se fue- dijo como si nada mientras se sentaba, Deidara ya había servido aquel estofado de mariscos y el pequeño se encontraba comiendo entusiasta aquello, iría a la escuela, a la mejor de aquel lugar, su padre Sasuke lo había conseguido, tenia ropas, las mejores, tenia buenos platillos y juguetes, sabia bien que el azabache no era su padre de sangre sin embargo, desde que se enteró que él y su mamá eran novios, Sasuke jamás lo había rechazado o tratado mal, siempre cuidaba bien de él y eso para el era mas que suficiente para aceptarlo como su padre sin descartar que a su mamá le trataba bien y se veían felices, con estos pensamientos el menor comía de manera feliz.
-Naruto, me hago una ligera idea de quien es, así que a la siguiente vuelta que venga Taka, se lo harás saber- dijo Deidara haciendo referencia al Halcón que les visitaba.
-Si Deidara- susurro como niño regañado -es solo que..., no se como decirlo, es decir, no puedo decirle, "Hola Sasuke, ¿Qué crees?, el "padre"- susurro muy bajo haciendo señas para que su hijo no lo notara -ha vuelto y dice que ha venido por mi"-
-tienes razón, seguro se volverá loco y querra venir lo antes posible o seguramente hará como Itachi y lo mandará a matar...- susurro desviando el rostro
-Deidara, Sasuke no seria capaz de eso- Dijo Naruto con una sonrisa tranquila y amplia viéndole, aunque aquella sonrisa se borro cuando Deidara ni siquiera voltio a verle -Deidara tu...-
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Editado: 29.11.2021