Nuevas noticias llegaron

-y bien Naruto, habla- dijo serio Sasuke una vez llegaron, habían dejado al pequeño con Kiba para que recorriera el barco y jugara un momento mientras que ellos habían ido a "conversar".

-quien es el pelirrojo que tanto te frecuenta? – exigió saber mientras intentaba manternse en calma, ciertamente, el pensar que Naruto fuera capaz de serle infiel le hacía tener unas enormes ganas de hacer cosas que seguramente se arrepentiría, debido a eso se encontraba ahí, preguntándole con toda la calma posible del mundo.

Naruto paso aquel amargo trago, Sasuke parecía estar molesto en verdad y con toda la razón del mundo, si Kiba había informado todo estaba en un gran aprieto, no le temía, sabía que él no le dañaría, ¿verdad?, además él no había hecho nada malo, siempre defendió el lugar de Sasuke mientras este se encontraba fuera.

-e-es el padre de Shinki, Gaara no Sabaku- susurro viéndole -mi ex pareja- confeso mientras agachaba la cabeza, podía sentirlo, estaba molesto -le he informado que estoy comprometido contigo, el niño aún no sabe que él es su padre, Deidara ha estado conmigo en todo momento y no he estado a solas con él, tampoco lo he visto muchas veces, las ocasiones que hemos hablado han sido contadas Sasuke, por favor, no te enojes ni mal interpretes las cosas, te di mi palabra de esperar tu regreso y aquí estamos teme-

-dijiste que se había ido para siempre- exclamo Sasuke frunciendo el entrecejo mientras sus ojos se tornaban rojos -acaso me estabas engañando y creíste que no me daría cuenta y que podrías tenerme como su imbécil?, ¿que ambos podrían burlarse de mí? - cuestiono serio, al parecer no había escuchado nada de lo que había dicho el rubio, cosa que le hizo irritarse.

-NO! - se apresuró a decir el rubio con los ojos llorosos mientras negaba repetidamente -no es así... yo no miento, jamás lo he hecho- dijo viéndole -debes creerme, el volvió cuando te fuiste, no le he hablado más que un par de veces para decirle que no quiero nada de él, le dije que estoy comprometido, Deidara es testigo- exclamo molesto y triste, realmente no podía creer que el moreno no confiara en él.

Sasuke inhalo hondo, se había pasado y podía darse cuenta al ver al estado del pequeño doncel, acercándose le abrazo y lo refugio en su pecho acariciando sus cabellos con suma calma, intentando consolarle -ya no llores-

-te juro que no te e engañado- gimoteo mientras se aferraba a él, olía tan bien, era tan cálido, le daba una seguridad que nadie jamás había podido proporcionarle, ni siquiera cuando salía con Gaara.

-Está bien, ya arreglare las cosas con ese bastardo más tarde, está manchando mi reputación al acercarse a ti y pensar que no le voy a hacer nada-

-Sasuke, amor, no tiene sentido, en verdad, ya estás aquí y eso es todo lo que importa- exclamo mirándole para sonreír -aun guardo tu anillo- dijo mostrando su mano para sonreír.

-te queda bien, combina con tus ojos- susurro tomando su mentón para besarle con deseo, sus manos descendieron a su cintura afianzándolo al mientras sus labios descendían hacia su cuello, dando una que otra mordida, buscando marcarlo, hacer saber a quién pertenecía y es que los Uchiha eran posesivos, celosos, amaban con locura y cuando elegían una pareja era para toda la vida, con ellos las cosas de prueba no funcionaban, querían algo seguro, algo fijo, algo que les diera la seguridad de que lo tenían todo.

Naruto empezó a liberar suaves suspiros, al parecer finalmente podía ser uno solo con el azabache, darle aquella seguridad que solo la intimidad les podía brindar a ambos, Naruto busco sus labios y le miro fijo, como buscando alguna respuesta en su mirada, respuesta que no tenía pregunta formulada, pero solo ellos y sus corazones sabían que era, era algo íntimo, solo que ellos entendían.

-Con nadie- soltó Sasuke para sorpresa de Naruto -no he estado con nadie, te dije que tu serias mío dobe, solo tu- susurro retomando su labor, el ojiazul no pudo evitar sentirse seguro, desde que llego sintió la necesidad de cuestionarlo, preguntar si había estado con alguien en su travesía, pero no sabía cómo, al parecer el ajeno supo leer sus pensamientos y al responderle le había liberado un gran pesar.

Los besos fueron subiendo de intensidad, sus bocas se devoraban la una con la otra, sus lenguas danzaban a un buen ritmo mientras que las ropas quedaban esparcidas en el piso creando aquel camino que les conducía a la cama.

Fue cuestión de segundos en los que Naruto pudo apreciar la desnudes de su pareja, Sasuke se hallaba frente a él, quitándose los pantalones mientras que el, él ya estaba completamente desnudo, la vergüenza se apodero de él, Sasuke era todo un hombre, su cuerpo estaba bien formado, sus pectorales y abdominales bien marcados, sus brazos eran hermosos, y ni hablar de semejante paquete.

Las mejillas de Naruto estaban completamente cubiertas de un rosa carmín, el miembro de Sasuke era enorme, ahora dudaba si entraría en él.

-que te pasa zorrito? - interrogo el azabache mientras se posicionaba entre sus piernas y besaba su cuello

-no me digas así- susurro Naruto soltando ligeros gemidos mientras sentía aquellas inquietas manos descender hasta su entrada dirigiendo dos intrusos en ella que le hicieron liberar un audible gemido que hizo soltar una ligera risa a Sasuke.

-estas demasiado sensible y altanero- murmuro mientras sus labios se detenían sobre sus pezones, lamiendo aquella pequeña corona, sus dedos se seguían moviendo sin dar tregua y Naruto, bueno, Naruto era todo un poema, su entrada estaba completamente mojada se contraía en busca de más, sus ojos dilatados, llenos de lujuria y deseo, sus mejillas completamente sonrojadas y su cuerpo lleno de miles de emociones, ¿hacia cuanto no sentía eso?, ¿hace cuanto tiempo dejo de sentirse deseado de es forma?, simplemente ya no lo recordaba.

El cuarto se lleno de calor, de gemidos, sonidos hermosos, de una melodía erótica, Sasuke retiro sus dedos, no aguantaba más, su amigo exigía entrar en Naruto y llenarlo de esperma, cubrirlo con su aroma, marcar su piel, su cuello, quería escucharlo gritar su nombre en busca de más.