Las miradas decían más que mil palabras, en ese silencio profundo,
Nuestros corazones latían al unísono, como un solo sonido.
Pero a pesar de la pasión, que nos consumía por dentro,
Nuestro amor no pudo seguir, como una llama que se apaga sin un motivo.
La distancia y el tiempo se convirtieron en nuestros enemigos,
Y aunque nos esforzamos, no pudimos vencer los obstáculos que se nos presentaron.
Nuestro amor se fue desvaneciendo, como la niebla en un amanecer,
Y aunque nos quedó el recuerdo, no pudimos revivir lo que se perdió.
Ahora solo me queda, recordar esa noche en Europa,
Donde nuestras miradas se encontraron, y nuestro amor se dio sin palabras.
Y aunque no pudo seguir, siempre llevaré en mi corazón,
El recuerdo de ese amor, q2ue, aunque fue breve, fue verdadero y sincero.
En ese momento, supimos que nuestro amor era real,
Pero el destino nos separó, y no pudimos seguir adelante.
Aun así, no me arrepiento, de haberte amado con todo mi ser,
Porque en ese instante, supe que era capaz de amar, y que mi corazón era libre.
By: María Labarces