Narra Ariadna
Es un día nublado en la manada, el invierno esta a la vuelta de la esquina, sin embargo, no puedo quejarme adoro sentir el viento helado recorrer mi cabello y juguetear con el, las tardes lluviosas y el olor de la tierra húmeda junto con las agujas de pino crean un aroma que me hace sentir libre y plena, no puedo resistirlo el llamado de mi bosque es tan fuerte que de forma casi automática me transformo en Diandra y empiezo a correr con todas mis ganas del mundo, este bosque siempre ha sido y será mi hogar, un lugar que me ha visto crecer y que pronto seré la reina de este lugar mágico, estoy a punto de llegar a la escuela por lo que decido volver a mi forma humana, cuando doy un paso un enorme lobo negro se abalanza sobre mí y empieza gruñirme, me ha tomado por sorpresa, siento que he visto aquellos ojos antes pero no recuerdo en donde, es entonces cuando al olfatearme abre sus ojos con sorpresa y solo lanza otro gruñido y se retira del lugar tan rápido como aparecío, me reincoporé de forma rápida al ver que el peligro había pasado, pero había algo que me carcomía la cabeza y era el hecho de que aquellos ojos me parecían familiares, como un vago recuerdo que venía y se iba una y otra vez, era mejor no pensar en ello así que arreglé mi ropa y emprendí el camino a la escuela, de nuevo algo extraño me impide avanzar esta vez son gritos, parece que hoy no iba a ser un día normal, agudice mi oído y pude escuchar que era la voz de Eliana, parecía estar sufriendo mucho por lo que sin perder tiempo me acerqué al lugar, estaba siendo molestada por Adley y su grupo de amigos, siempre estaban buscando alguna nueva forma de meterse en problemas o buscando víctimas para sus estupideces, mi sangre ardió cuando acorraló a mi pobre hermana contra una pared.
-Deja de negarte a mi Eliana, sabes que me gustas muchísimo y sin embargo sigues rechazandome..
-Ya te dije que encontré a mi mate!!! Por que no me dejas en paz de una maldita vez!!!- Ella lo empuja con fuerza, Adley no lo toma bien y la sostiene del cabello.
-Escuchame bien loba imbecíl!! A mi nadie me rechaza!! Si yo quiero algo lo tomo como mío y listo!! Así que si quiero ahora mismo puedo morderte y marcarte como mía!!!- Esta vez no lo resisto, me propongo a defender a mi hermana de ese idiota que se cree con derecho a todo por lo que me acerco a él con paso decidido.
-Quiero ver que lo intentes apestoso...si te crees con las pelotas suficientes para marcar a una hija del Alpha entonces hazlo- Digo con un tono autoritario y sumamente intimidante.
-Crees que no lo hare?? Te demostrare que con Adley Gauffin no se juega!!- Acerca sus colmillos al cuello de Eliana y ella empieza a gritar, el no supo de donde salió el puñetazo, ahora se hallaba en el suelo con dos dientes fuera y me miraba con furia y terror.
-Ja, bien ahora quiero que loe intentes sin tus dientes idiota!!- Lo tome del cuello de su camisa y le propino otro puñetazo.
-Hazlo jodido pedazo de basura!!! Quiero verte intentandolo!!- De repente una fuerza se apodera de mi y mis ojos se tornan rojos como la sangre, el empieza a gritar pues sea lo que sea que este haciendo con él le estra provocando un dolor enorme, sus gritos pueden escucharse alrededor de todo el estacionamiento y los cobardes de sus amigos no se atreven a meterse por miedo a terminar igual o peor que él. No me detengo, quiero verlo sufrir, sus gritos me deleitan, estoy en lo mío hasta que la mano de Eliana me jala bruscamente despertandome, dejando que Adley se fuera corriendo como la gallina que es.
-A-Ariadna...q-que fue lo que hiciste...como lo hiciste??...
-Yo...n-no lo se...simplemente dejé que la...furia me consumiera...pero eso...se sintio...tan...-Ella no me deja terminar simplemente me abraza y yo le correspondo estoy en shock, que fue lo que me paso? De donde me salio esa energía, y sobre todo porque ahora?. Ambas sin decir nada más nos dirigimos a clases.
Las horas pasan y estoy en clase de biología, simplemente destestable, es demasiado aburrida y no hay nada que no conozca de las criaturas que habitan mi bosque y sus alrededores, veo las manecillas pasar lentamente hasta que la señorita Hollyday entra al aula, pide al profesor permiso para llevarme y el asiente, genial. otro castigo por peleas a mi reporte, la sigo sin decir nada, ya huelo un nuevo reporte, mi sorpresa no podría ser mayúscula cuando veo a mis padres en el despacho de la directora, ambos regresan a verme con preocupación y la señorita se sienta.
-Vamos Candice, no era necesario llamar a mis padres los reportes siempre son conmigo.
-Ariadna, esta vez no es por un reporte, ya hablaremos de eso después por ahora tus padres quieren hablar contigo de algo más.
.Y de que se trata??- Papá se levanta primero y me mira a los ojos con seriedad.
-Uno de mis centinelas esta mañana advirtió que un inmenso lobo negro te estaba siguiendo, y que intento atacarte, el centínela dio aviso pero cuando fueron en tu rescate el lobo ni tú estaban, dime que quiso hacer ese lobo contigo?.
-Eh?...Pues...no mucho simplemente me gruño pero luego se quedo quieto y finalmente se fue, no lo sentí cerca y tampoco pude detectar su olor...
-Mmmmm...entiendo, puedes decirme de que color eran sus ojos?.
-Eran de color dorado brillante- La expresión de padre se descompone y palidece, pronto uno de los guardías entra al llamado de mi padre y este empieza a gritarle órdenes.
-Quiero que tripliquen la vigilancia en los lados sur y este de la manada!! que el consejo de hechiceros ponga una barrera en la mansión, si es necesario pon a los Riots en alerta y activalos!!!- Esto último me toma por sorpresa los Riots son escuadrones de lobos de élite que son llamados por una emergencia o si una situación es de vital peligro, no estoy entendiendo nada.
-Ariadna toma tus cosas y esperanos aquí iremos por Eli.