Entre tu oscuridad y la luna

Capítulo 20 -La oráculo de la montaña-

Narra Eliana

Es temprano en la mañana, soy despertada por los chirridos de Celestia, asi que me levanto y abro la jaula para que estire sus alas y luego aterriza en mi brazo izquierdo, hago algunos mimos en su cabeza a lo que ella aletea con entusiasmo.

-Quieres comer un bocadillo antes de irnos?- Sus preciosos ojos me guiñan en respuesta, lo tomo como un si asi que abro el ventanal que da a mi balcón, Celestia echa a volar para cazar su comida, según lo aprendido con Neferet los espíritus familiares forman estrechos lazos con sus dueños pero también son demonios independientes por lo que es necesario no mantenerlos encerrados o se vuelven erráticos y agresivos, Celestia no pasa mucho en su jaula pues la saco siempre que voy a la escuela o cuando tengo que salir, vuelve a mi cuando se le apetece por el lazo que nos une así que dejo que vuele y sea libre tanto como quiera.

-Asegurate de volver antes de que nos vayamos!- Le digo en voz alta y ella responde con un chirrido, sonrio para ir a mi armarío y sacar de el un pantalón jean y una blusa de manga larga, lo complemento con un abrigo negro y salgo al patio donde Ariadna y los guardías esperan por mis padres, uno de ellos me abre la puerta para que entre en el auto, Ariadna esta especialmente callada cosa que no es muy normal en ella, su mirada esta perdida en su celular mientras busca alguna canción, se por sus ojos que se la ha pasado pensando todo el tiempo en algo que parece perturbarla.

-Hey...estoy aqui sabes?

-Ah, si perdón- Ella se saca un audífono y me lo da.

-No me refiero a eso, tonta quiero saber en que tanto piensas- Ella se queda callada, quizás es un tema delicado que prefiere no topar por el momento, el auto empieza a moverse así que es claro que mis padres iran en otro auto, el viaje empieza y estoy ansiosa por saber a donde iremos, el chirrido de Celestia me deja ver que esta siguiendome de cerca junto a otros familiares de las hermanas de Calíope. El viaje se torna largo pero reconfortante debido a la neblina, el olor de los pinos, la humedad del ambiente y la lluvia me conectan con mi hogar, esta es mi tierra natal el hogar que mi loba adora, al llegar los familiares se quedan fuera del perímetro y lo mismo ocurre con Celestia quien se posa en una rama mirando fijamente hacía donde estoy.

-Celestia dice que tengamos cuidado, siente una energía muy fuerte salir de aquella vieja mansión- Trago saliva ya que al ser mi familiar sabe cuando mi vida puede correr peligro, Gemini esta inquieta en mi interior por lo que trato de calmarme bajando del auto y yendo con mis padres, mamá me toma de la mano y Ariadna se queda a lado de mi padre mientras nosotros somos seguidos por los guardias, todo se ve tan tenebroso y gótico, es como si el tiempo se hubiese detenido en ese lugar en una especie de pelicula de terror, papá toca a la enorme puerta de pino finamente tallado y no tardan más que dos minutos en abrirnos  un par de mujeres visitiendo completamente de negro, un velo cubre sus facciones delicadas y palídas y un vestido parecido al que usaban las mujeres del renacimiento complementan su vestuario.

-Bienvenidos sean miembros de la realeza lobuna, la ¨maestra¨ los estaba esperando.

-Rachel, Velvet gracias por recibirnos- Papá actua como si esta no fuera la primera vez que las visita. mamá ve nuestras miradas de confusión por lo que cree que es necesario que nos diga la verdad.

-Chicas ellas son Rachel y Velvet Bellamy, protegidas y aprendices de Circe.

-Un placer conocer a las primogenitas del Alpha, por favor sigannos, la maestra los esta esperando.

-Disculpa...puedo preguntar...como es que conocen a mis padres?- Ariadna siempre tan impulsiva como siempre, sin embargo, ellas no detienen su lento andar.

-La maestra nos hablo mucho del Alpha y La luna, ellos protegieron a la maestra cuando Elían la condeno a morir y ella nos protegió cuando fuimos abandonadas a nuestra merced...por eso le debemos tanto a la maestra...- Mamá se acerca a nosotras y susurra.

-En algunos linajes y noblezas, tener gemelos vampiros es un mal presagio por lo que muchos son abandonados o en peores casos son asesinados por sus familias ni bien nacen, las gemelas Bellamy tuvieron suerte de que Circe las encontrara.

-Por aquí...- Velvet deja ver su rostro blanco y su cabellera de un rubio claro, le sigue su hermana quien luce exactamente igual que ella con la diferencia de que Rachel tiene los ojos negros y profundos y Velvet los tiene de un azul marino precioso, ellas abren la puerta y ahi esta la famosa oráculo de quien nos han hablado antes, cuando se giro quede sorprendida al ver que sus ojos eran completamente blancos, ella estaba ciega. Aún asi lucia tan joven y delicada como si el tiempo no pasara por encima de ella.

-Alex...Dalisha...y las mellizas...que agradable tenerlos en mi hogar- ella nos pide que nos sentemos en un sillón cerca de ella a lo que nosotros accedemos, Velvet y Rachel se acercan con unos panecillos y unas tazas de té.

-Me alegro de verte tan sana como siempre Circe.

-Te agradezco Alex, siempre tan galante- De repente como si leyera mi mente dirige sus ojos a mí sonriendome de forma amigable.

-Sé que soy ciega pero los ojos son irrelevantes para ver el alma de las personas querida...adelante dejame ver que esconde tu aura...- Ella me tiende una mano blanca y delgada y yo estoy por darsela cuando mi padre me detiene.

-No hemos venidos a eso Circe, hay algo mas importante de lo que queria hablar contigo.

-Por supuesto, se trata de Elían no es asi?.

.-Es importante para mi...no, para toda la manada saber que busca mi padre y como atacara.

-Oh querido ya hemos trabajado de esta forma antes y siempre te lo digo, no puedo saber lo que una persona busca o quiere en realidad, tan solo puedo leer las intenciones, pasiones y traumas de alguien, pero...si se trata de alguien tan peligroso como él...puedo hacer una excpeción por ti...- Ella se levanta y guiada por Velvet toma una bolsa y luego vuelve junto a la chimenea donde estamos sentados nosotros, al abrirla puedo saber de que se trata, cenizas de crisantemo, un polvo que las grandes hechiceras y brujas usan para leer lo que los espíritus tienen preparado para la persona que desee saber,  toma un puñado y lo lanza al fuego de donde sale un humo lavanda y que hace girones en el aire en el se dibujan figuras que no alcanzo a entender.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.