Capítulo 28 -Ritual a la luna-

Narra Alex

Estoy revisando los ultimos preparativos de la ceremonia, falta menos de 1 mes para que mis hijas realicen el ritual de la bendición de la diosa, Calíope junto al señor Cormac se han encargado de trazar un plan de seguridad y vigilancia, las Salvatore se encargaran de que cada centímetro de la manada este siendo vigilado por sus familiares mientras que el señor Cormac mandará centínelas a las afueras de la manada para cubrir más terreno que los familiares de las Salvatore no puedan ya que deben estar cerca de sus respectivas brujas para no perder el contacto, Jade también va a cumplir su rol como domadora de bestías ya que de entre todas sus criaturas su dragón negro cumple como vigilante aéreo, ella lo crió desde que era un huevo y ahora los dos mantienen un lazo que solamente una domadora de su calibre podría entender, bajo del auto caminando entre el exquísito jardín de los Hampson hacía el enorme invernadero donde Jade habla con su dragón.

-Buenas tardes Jade, como van los preparativos para la ceremonia?

-Buenas tardes Alpha, hasta ahora bien Daghara esta calmado y no tiene inconveniente en salir a patrullar durante la noche- Ella acaricia el hocico de su enorme criatura como si de un perrito se tratara.

-Bien no olvides decirle que mientras vuele procure no tapar la luz de la diosa, por favor.

-Si Alpha, Daghara sabe muy bien que debe hacer.

-Bien y como estan el resto de tus criaturas?

-Bueno precisamente de eso quería hablarle- Me invita a pasar a lado de varias secciones donde mantiene a criaturas de todo tipo, el invernadero resulta ser mas grande por dentro que por fuera.

-Actualmente estoy cuidando y curando a varias criaturas mágicas entre ellas a los unicornios, se supone que el bosque neutral es una área segura para ellos puesto que es prohibido para todos cazar en el, pero...hace no menos de una semana encontrá a un unicornio muerto...le habían drenado la sangre, usted sabe que matar a una criatura tan pura como el unicornio es considerado un crimen grave dentro de los territorios y ya que su cuello presentaba marcas de colmillos puedo asumir que se trata de...un vampiro.

-La acusación que haces es un poco grave Jade, los vampiros tienen prohibido alimentarse de los unicornios, estaba en los tratados de paz y hasta ahora no ha habido incidente alguno con ellos.

-Lo entiendo Alpha y disculpe si fui grosera pero realmente me preocupa esta situación, no quisiera que estén usando la sangre de mis bellas criaturas para algo que nos ponga en peligro.

-Escucha Jade, si te hace sentir mas aliviada hablaré con Azazel y llegaré al fondo de esto, si?

-Le agradezco mucho Alpha, hagále llegar mis saludos a la Luna y a sus hijas por favor- Tan educada como siempre, se despide haciendo una reverencia para acercarse luego a los grifos que se mantienen neutrales ante mi presencia, al salir los señores Hampson me esperan con un bouquette de rosas de Damasco para mi esposa, su aroma es exquísito, no por nada la llaman la Reina de las rosas, dignas de una auténtica reina como lo es mi esposa, vuelvo a casa y un aroma conocido golpea mi nariz, veo a Ariadna en su forma como Diandra junto a un lobo rojizo recostados en el pasto, ese debe ser su mate, y aunque no me agrade la idea tengo que ser un padre comprensivo y dejarla ser.

En casa me bajo del auto sosteniendo el bouquette y me dirijo a mi esposa quien tiene los ojos brillantes acariciando su vientre, está ansiosa esperando al nuevo bebé que esta en su vientre, muchos esperan que sea un niño, quizás yo también lo quiera asi, me acerco a ella dejandole el ramo en sus manos y un tierno beso en los labios, Dimitri, mi beta llega conmigo y me dice que Azazel pide una audencia conmigo, esto es oportuno así que le pido que lo haga pasar a mi oficina, el asiente y se retira para dar la orden, cuando viene conmigo a decirme que él me espera, me pongo de pie para ir a la oficina.

-Azazel mi buen amigo, que tal todo?.

-Alpha, he venido para plantearle un pedido.

-Wow, debe ser algo muy serio para que no respondas el saludo, dime.

-Como sabe dentro de unas semanas será la ceremonia de bendición de sus hijas, una de ellas es mi mate, quiero pedir amablemente que me deje asistir como el mate de Eliana- Me quedo callado y suspiro.

-Azazel, su majestad, como sabe este es un evento exclusivo de mi raza, con gusto lo dejaría asistir pero es una tradición que no puedo romper.

-Lo entiendo pero, estoy informado de eso y si el mate desea asistir no se le puede negar la entrada.

Me pone en un aprieto, ya que lo que dice es cierto, es la única tradición con la que no puedo romper, ya he roto muchas reglas cuando unifique al consejo en un solo órgano conformado por las diferentes razas, debería pensarlo con mucha calma antes de tomar una decisión...