Entre tú y yo

Una Propuesta Inesperada

Capítulo 9
Livie

La fiesta universitaria había sido todo lo que prometía: luces de colores, música vibrando en el pecho, gente que se saludaba como si se conociera de toda la vida y un ambiente de euforia contenida en vasos rojos y playlists cuidadosamente seleccionadas. Llegamos temprano, Mía y yo, vestidas para divertirnos y con la emoción propia de las primeras veces. Aunque no era mi primer evento grande, sí era el primero con este grupo de personas, en este entorno.

Los amigos de Mía eran simpáticos, algunos incluso encantadores, y aunque me reí y bailé un rato con ellos, no pude evitar sentir que había una especie de código social tácito que yo no terminaba de descifrar. Como si todos compartieran historias, referencias y dinámicas que a mí se me escapaban por segundos.

El momento más incómodo llegó cuando un chico —Liam, creo que se llamaba— se me acercó mientras bailábamos cerca del jardín. Al principio fue divertido, tenía buen ritmo y no parecía buscar más que una conversación casual, pero pronto el ambiente cambió. Se acercó un poco más, me susurró algo que no escuché bien por la música, y cuando nuestras caras quedaron demasiado cerca, sentí un golpe de nervios tan fuerte que me alejé de golpe.

Ni siquiera alcanzó a besarme, pero la incomodidad que me recorrió fue suficiente para arruinarme el resto de la noche. Me sentí torpe, como si llevara un letrero de "novata emocional" pegado en la frente. Él fue amable, sonrió y se despidió sin dramas, pero la vergüenza se me quedó pegada como una mancha invisible.

Días después, ya más tranquila, Mía y yo hablábamos sobre eso en su habitación. Estábamos sentadas en el suelo, con mascarillas faciales y una playlist suave sonando de fondo.

—No sé qué me pasa —le dije—. Me bloqueo. Literalmente. Me siento tonta, como si no supiera qué hacer. Nunca sé leer bien las señales y termino huyendo antes de que pase algo.

—No tienes que saber nada —respondió ella, con esa tranquilidad que a veces me sacaba de quicio—. Te estás conociendo. Es normal. No todos somos seductoras natas.

—Sí, pero a veces siento que... no sé, que soy un poco inútil en esto. O muy nerviosa. Y eso espanta a los chicos —admití, bajando la mirada.

En ese momento, escuchamos una tos en el pasillo. No un ruido cualquiera. Era como una advertencia deliberada.

La puerta estaba entreabierta y Dominic, recostado contra el marco con una botella de agua en la mano, nos miraba con una ceja levantada.

—¿Así que tienes un problema con los chicos? —preguntó, cruzando los brazos, divertido.

—¿Cuánto escuchaste? —dije, llevándome las manos a la cara, roja como un tomate.

—Lo suficiente para tener una idea —dijo, entrando en la habitación sin pedir permiso.

—Dom... era una conversación privada —dijo Mía, aunque sin mucho enojo. Estaba más divertida que molesta.

—Tranquila, no vine a molestar. Solo que... —me miró directamente— si quieres, puedo ayudarte.

—¿Ayudarme? ¿Con qué? —pregunté, genuinamente confundida.

—A no bloquearte. A leer señales. A no huir cuando alguien se te acerca —dijo con una sonrisa torcida—. Considera esto un entrenamiento práctico.

—¿Estás... bromeando? —pregunté.

—No del todo —respondió, encogiéndose de hombros.

Mía soltó una carcajada.

—¿Le estás ofreciendo clases particulares de coqueteo?

—No tan literal. Solo un poco de práctica social. No tiene que ser raro, Livie. Podemos hacerlo divertido —dijo él, con esa calma que siempre parecía tener.

Yo lo miré con los ojos entrecerrados, sin saber si aceptar o correr de la habitación.

—¿Y qué gano yo? —pregunté, cruzándome de brazos, más en broma que en serio.

—Confianza —dijo él—. Y, quién sabe, quizás hasta aprendes a ganarme en otra partida de mesa.

Y ahí estaba de nuevo. Esa sensación latente. No coqueteo directo, no tensión abrumadora. Solo una línea fina, juguetona, caminando entre lo casual y lo que podría ser algo más.

No respondí de inmediato. Solo lo miré, y por primera vez, no sentí ganas de huir. Al menos, no todavía.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.