"Entre tus labios" [saga N°1]

CAPITULO 11"Culpas compartidas"

Ariana leyó el mensaje una y otra vez.
“No confíes tanto en él. Elías no te ha contado todo. Pregúntale qué pasó realmente con Samuel… y con Dante.”

No había remitente. No había rastro. Solo palabras afiladas.

Durmió mal esa noche. Entre sueños confusos y latidos acelerados. Por la mañana, Elías le escribió como siempre:

Elías: ¿Nos vemos en el muelle? Tengo una sorpresa para ti.

Ella no respondió. No porque no quisiera verlo. Sino porque algo en su interior le decía que debía saber más… antes de volver a mirarlo a los ojos.

En el colegio, buscó a Lucía. Era la única que siempre parecía saber más de lo que decía.

—Lucía, necesito que me digas la verdad. Toda —dijo Ariana, seria—. ¿Qué pasó entre Elías, Dante y Samuel antes del accidente?

Lucía la miró en silencio. Luego suspiró.

—Sabía que este momento iba a llegar.

Ambas se sentaron detrás del auditorio, donde nadie las escucharía.

—¿Recuerdas que Dante, Samuel y Elías eran inseparables? —empezó Lucía—. Pues, lo eran. Hasta que todo cambió unos meses antes del accidente. Algo pasó… y dejaron de hablarse.

—¿Qué pasó?

—Una pelea. Fuerte. Al parecer, Dante descubrió que Samuel… que él estaba metido en algo. Algo ilegal.

Ariana frunció el ceño.

—¿Qué tipo de “algo”?

—Rumores. Tráfico de especies marinas protegidas. Nada confirmado, pero Samuel tenía contactos, y había dinero de por medio. Dante se enteró y quiso contarle a sus padres. Samuel se lo prohibió. Elías… se quedó en medio.

Ariana sintió cómo el suelo se le movía.

—¿Y qué hizo Elías?

—Al principio intentó que Samuel parara. Pero después… nadie sabe. Elías dejó de hablar del tema. Luego vino el accidente. Dante desapareció. Y todos prefirieron callar.

—¿Crees que Elías ayudó a ocultarlo?

—No lo sé. Pero sí sé que hay algo que no cuenta. Algo más que el accidente. Y tal vez eso es lo que lo sigue torturando.

Esa tarde, Ariana fue al muelle. Elías ya la esperaba, con una pequeña caja en la mano.

—Te iba a dar esto —dijo, con una sonrisa nerviosa—. No es gran cosa, pero…

Ella no la aceptó de inmediato.

—Elías, ¿puedo preguntarte algo?

Él bajó la mano.

—Claro.

—¿Qué pasó entre Dante, Samuel… y tú, antes del accidente? ¿Qué es lo que no me estás diciendo?

Elías se tensó. Cerró la caja con los dedos temblorosos. La magia del momento se desvanecía como arena entre los dedos.

—¿Por qué preguntas eso?

—Porque alguien me escribió. Un mensaje. Anónimo. Y porque merezco saber en qué estoy metida.

El silencio se hizo pesado. Las olas rompían suavemente, como si esperaran la respuesta también.

—Sí —dijo finalmente—. Hubo algo. Samuel estaba haciendo cosas ilegales. Yo lo sabía. Lo supe semanas antes del accidente. Quise pararlo, discutimos… pero no dije nada. Me callé. Por miedo. Por lealtad. Porque era mi hermano.

Ariana sintió el corazón en un puño.

—¿Y Dante?

—Me rogó que lo denunciáramos juntos. Yo no quise. Él se alejó de mí. Me dijo que si pasaba algo… no volvería a hablarme.

Elías alzó la vista, los ojos rojos de vergüenza.

—Y pasó.

Ariana no supo qué decir. No sabía si dolía más lo que había escuchado… o que no se lo haya dicho antes.

—¿Por qué no confiaste en mí?

—Porque tengo miedo de que tú también desaparezcas.

Ariana lo miró en silencio.

—Yo no te pedí que fueras perfecto, Elías. Solo te pedí verdad.

Y sin decir más, se alejó.

Él se quedó solo, con la caja cerrada en la mano. El regalo que nunca pudo darle.

Y por primera vez desde el día del accidente, sintió que su mundo volvía a romperse.

¿Que opinan de la reaccion de Ariana?




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