Entre tus lunas, mis estrellas

Capítulo 8: El Secreto Oscuro

Después del enfrentamiento con las fuerzas oscuras, Selene y Evan se retiraron a un lugar seguro para recuperarse y planear su próximo paso. Aunque habían demostrado la fuerza de su amor verdadero y habían neutralizado la oscuridad momentáneamente, sabían que el verdadero desafío aún estaba por delante: romper la antigua maldición que los unía.

 

Mientras exploraban el antiguo santuario y la biblioteca mágica en busca de respuestas, Selene encontró una inscripción antigua que mencionaba un ritual ancestral capaz de romper la maldición. Sin embargo, este ritual requería el conocimiento de una antigua lengua mística que había sido olvidada durante siglos.

 

Con la esperanza de encontrar pistas adicionales, se embarcaron en un nuevo viaje para buscar un anciano sabio que se decía era el último poseedor del conocimiento perdido. Viajaron a través de desiertos desolados y mares tempestuosos, hasta llegar a una isla remota donde el anciano sabio vivía en reclusión.

 

El sabio, conocido como Alistair, era un hombre de aspecto austero y mirada penetrante. Los recibió con una mezcla de curiosidad y cautela, y después de escuchar su historia, accedió a enseñarles la antigua lengua y revelar el ritual ancestral.

 

Durante semanas, Selene y Evan estudiaron bajo la tutela de Alistair. Aprendieron los misterios de la lengua antigua y las complejidades del ritual que rompería la maldición. Pero cuanto más se sumergían en el conocimiento, más preguntas surgían en sus mentes.

 

Una noche, mientras Selene y Evan practicaban el ritual bajo la luz de la luna, Alistair se acercó a ellos con una expresión sombría. "Deben saber la verdad antes de continuar", les dijo con solemnidad.

 

Intrigados, Selene y Evan miraron al sabio, esperando ansiosamente sus palabras.

 

"La maldición que los une es más complicada de lo que creen", continuó Alistair. "No es solo una cuestión de amor verdadero, sino también de sacrificio. Para romper la maldición, uno de ustedes deberá renunciar a su inmortalidad mágica y asumir el destino humano".

 

Las palabras de Alistair dejaron a Selene y Evan aturdidos. Si uno de ellos se convertía en humano, significaría que su amor trascendería incluso la barrera de la inmortalidad, pero también significaría dejar atrás el mundo mágico y enfrentar una vida mortal.

 

La elección parecía imposible. No podían imaginarse separados y enfrentando un futuro desconocido. Pero sabían que su amor verdadero los había llevado hasta ese punto, y era el amor lo que los guiaría en la toma de una decisión tan difícil.

 

Durante días, Selene y Evan reflexionaron sobre su destino y su amor. Discutieron las implicaciones de la elección y cómo afectaría su relación y su misión para deshacer la maldición. Pero, al final, llegaron a una decisión mutua y determinada.

 

"Si nuestra unión ha resistido todas las pruebas hasta ahora, entonces debe ser verdadero y eterno", dijo Selene con voz firme. "Renunciaré a mi inmortalidad mágica y asumiré el destino humano si eso significa que podemos estar juntos".

 

Evan la miró con asombro y amor, sabiendo que su sacrificio no era fácil. "No puedo permitir que hagas esto por mí", respondió con ternura. "Mi amor por ti es tan profundo que no puedo permitir que tomes esta carga solo".

 

Pero Selene lo tomó de las manos con determinación. "Nuestro amor es nuestro poder y nuestra fuerza. Juntos enfrentaremos esta nueva fase de nuestra vida y deshaceremos la maldición que nos ha atormentado durante tanto tiempo".




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