Entre tus lunas, mis estrellas

Capítulo 9: El Vínculo Eterno

Selene y Evan se prepararon para realizar el ritual ancestral que rompería la maldición que los había unido durante tanto tiempo. Bajo la guía del anciano sabio Alistair, se sumergieron en la antigua lengua y los misterios del ritual, listos para enfrentar lo que viniera.

 

La noche de la ceremonia llegó, y Selene y Evan se pararon en el corazón del antiguo santuario, rodeados de la energía mística que resonaba en el lugar sagrado. Juntos, recitaron las palabras místicas y canalizaron el poder de las gemas mágicas, fusionando su amor verdadero con la magia ancestral.

 

A medida que avanzaba el ritual, una intensa luz blanca los envolvió, y sus corazones latían al unísono. Pero entonces, algo inesperado ocurrió. Una fuerza oscura emergió de lo profundo del santuario, amenazando con romper su conexión.

 

Alistair miró con sorpresa mientras la energía oscura se arremolinaba a su alrededor. "Esto no debería estar sucediendo", murmuró con preocupación.

 

Selene y Evan se aferraron el uno al otro, luchando por mantenerse unidos a pesar de la perturbación. Con cada fuerza oscura que los rodeaba, su amor y su determinación se fortalecían aún más.

 

De repente, una voz siniestra resonó en el aire, y una figura sombría emergió de la oscuridad. Era una bruja poderosa, conocida como Isadora, cuyo nombre había sido olvidado en la historia.

 

"Les felicito por llegar tan lejos, pero su amor no es suficiente para romper la maldición", dijo Isadora con una sonrisa malévola. "La maldición es eterna, y su destino está escrito en las estrellas".

 

Selene y Evan intercambiaron miradas determinadas. Sabían que Isadora no podía ganar. Su amor verdadero los había llevado a través de pruebas imposibles, y no permitirían que la oscuridad los separara.

 

"Tu oscuridad no tiene poder sobre nosotros", declaró Evan con valentía. "Nuestro amor es más fuerte que cualquier maldición que puedas lanzarnos".

 

Isadora rió con desprecio. "Oh, querido, no sabes toda la verdad. La maldición que los une es solo una parte de una historia más antigua y oscura".

 

Alistair, que observaba atentamente la escena, intervino. "Isadora, ¿qué es lo que sabes? Cuenta la verdad".

 

La bruja sonrió maliciosamente. "Hace siglos, dos amantes se unieron en un amor tan poderoso que desafió a los dioses mismos. Se les concedió la inmortalidad y la sabiduría, pero también se les impuso una maldición eterna. Cada ciclo lunar, se verían separados, condenados a buscar el uno al otro sin descanso".

 

Selene y Evan se miraron, atónitos ante la revelación. "¿Qué significa esto?", preguntó Selene con voz temblorosa.

 

Isadora continuó: "Su amor era tan intenso que amenazaba el equilibrio del mundo mágico. Para mantener la paz, se les impuso la maldición, pero también se les otorgó la oportunidad de romperla. Solo un sacrificio verdadero y eterno, la renuncia a la inmortalidad, podría romper el vínculo que los unía".

 

Selene y Evan comprendieron la magnitud de la verdad. La maldición que los unía no era simplemente un hechizo, sino un lazo eterno que solo podía romperse con un acto de amor y sacrificio verdadero.

 

"Entonces, ¿qué debemos hacer?", preguntó Selene, mirando a Evan con amor y determinación.

 

Evan la tomó de las manos, sin dudarlo. "Debemos tomar una decisión juntos. Si rompemos la maldición, dejaremos atrás nuestras vidas mágicas y asumiremos el destino humano. Pero nuestro amor trasciende la inmortalidad, y estoy dispuesto a enfrentar cualquier desafío a tu lado".

 

Selene asintió con lágrimas en los ojos. "Nuestro amor es nuestra fuerza. Estoy lista para enfrentar un futuro humano si eso significa que estaremos juntos".

 

Con su decisión tomada, Selene y Evan enfrentaron una elección que cambiaría sus vidas para siempre. Debían desafiar la oscuridad y la maldición eterna para lograr un vínculo verdadero y eterno, un amor que trascendería el tiempo y el espacio.




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