En el eco de tu ausencia resuena mi dolor,
en la penumbra de mi alma danzan tus recuerdos,
como sombras que se aferran a mi corazón,
recordándome la pasión y los desvelos.
En cada suspiro late la melodía del desencuentro,
y en cada latido se entrelazan amor y dolor,
como un tango triste que baila mi sentimiento,
enredado en la esencia de nuestro efímero amor.
Tus besos aún arden en el fuego de mis labios,
pero la distancia se interpone como un abismo frío,
y en la penumbra de esta noche sin abrazos,
siento el peso de tu ausencia como un desafío.
Aunque el desamor nos duela como una herida abierta,
guardaré nuestras memorias como tesoros en mi pecho,
pues en ellas encuentro la belleza de nuestra alerta,
y en el eco de tu amor, hallaré consuelo en el despecho.