La muerte es una sombra que nos sigue a todas partes,
un destino inevitable que acecha en la oscuridad.
Es el final de nuestro viaje, el momento de decir adiós,
y aunque es difícil aceptarlo, sabemos que es parte de la vida.
A veces llega de manera inesperada, como un rayo en un día claro,
y otras veces nos da tiempo para despedirnos y reflexionar.
Pero aunque la muerte pueda ser dolorosa y triste,
también es una parte natural del ciclo de la vida.
Es una oportunidad para recordar y honrar a quienes se han ido antes,
y para valorar cada momento que tenemos con aquellos que amamos.
Así que aunque la muerte pueda ser difícil de aceptar,
recuerda que siempre habrá amor y luz en los recuerdos que dejaron atrás.
Y aunque se hayan ido físicamente, siempre estarán con nosotros en el corazón,
guiándonos y protegiéndonos en nuestro camino hacia adelante.
La muerte es una fase, que nos llega tarde o temprano a nuestras vidas.
Todo tiene que estar equilibrado, sin vida no hay muerte sin muerte no hay vida.