En el corazón, un dolor silente se despierta,
cuando una sombra amenaza con romper la puerta.
Una amante se adentra sin el consentimiento,
y el amor se desmorona en un triste lamento.
La confianza se quiebra, como un cristal frágil,
y el dolor se instala, profundo y viril.
Las promesas quebrantadas flotan en el aire,
mientras el corazón sufre en un mar de pesares.
La amante, como un veneno que se introduce,
provoca estragos y enreda el alma en su seduce.
El amor, una vez puro y lleno de esperanza,
se ve manchado por la traición y la venganza.
El corazón herido busca respuestas en vano,
mientras las lágrimas caen como lluvia en el llano.
El amor desmoronándose deja huellas profundas,
y la tristeza envuelve las almas moribundas.
Pero hay fuerza en la adversidad, en el dolor más hondo,
para sanar las heridas y encontrar un nuevo fondo.
El amor merece ser rescatado y renovado,
y la amante será solo una sombra del pasado.
Enfrentemos juntos esta prueba tan dura,
reconstruyendo nuestro amor con ternura.
Y aunque cicatrices queden, siempre habrá esperanza,
para renacer más fuertes y encontrar la bonanza.