“Una malvada bruja había hechizado Venecia mucho antes de que sus calles estuvieran llenas de agua. Los habitantes habían sido convertidos en árboles. Mientras esto sucedió, Ivana, una joven costurera, estaba fuera de la ciudad. Al regresar se encontró con ésta mala noticia. La hechicera le dijo que si superaba tres pruebas haría regresar a las personas a su estado natural. Le dio un juego de llaves doradas y le dijo que debía entrar a tres habitaciones, subiendo por una escalera en espiral, en una torre. Ivana comenzó a subir y al llegar a la primera puerta probó varias llaves hasta que una la dejó entrar. La habitación era blanca y luminosa. Había una jaula con un pájaro blanco dentro. Ivana lo liberó y éste salió volando cantando una melodía hermosa. A los árboles les empezaron a salir piernas y brazos. La muchacha siguió subiendo las escaleras y llegó a una segunda puerta. Ingresó a una habitación oscura con estrellas en el techo. Ivana abrió la ventana y la habitación se llenó de la luz del sol. Esto hizo que las personas volvieran a tener sus cabezas. En la tercera puerta estaba la bruja.
-Te quiero a ti a cambio de que todos los habitantes vuelvan a la normalidad.
Ivana pensó en su familia y aceptó el trato. Comenzó a llorar de tristeza porque ahora le pertenecía a ésta horrible mujer. Sus lágrimas eran tan abundantes que las calles de la ciudad de Venecia comenzaron a inundarse.”
Una historia de entrega… ¿Cuánto estamos dispuestos a sacrificar por amor? ¿Eres dador/a como Ivana o arrebatador/a como la bruja?...
Editado: 07.05.2019