Enya: En busca del destino | Serie: Destino Sobrenatural.

Capítulo 14.

***

KENRICK FAO

—Mantén vigías cerca de las fronteras del territorio. Que se reporten cada dos horas de cambios o movimiento de chupasangres por esa zona.

 

—Sí, Alpha. —responde, Ludovic, mi beta. Desde que Lucían ha llegado se ha visto proles merodeando los bosques, no podemos dejar que se acerquen.

 

—Esa clase de chupasangres. Son un completo fastidio. —bufa mi beta.

 

—Sí, y más si están en grupos. Puedes eliminar a uno con facilidad, pero estos de ahora solo paran en grupos de siete o diez, y su naturaleza no tiene raciocinio, solo locura y oscuridad los domina.

 

—No entiendo, que pensaban esos chupasangres al crear esa especie, sabían que si no son purasangres no pueden convertir humanos…es muerte segura.

 

—Mi padre me dijo que antiguamente los creaban para formar ejércitos, otros porque se enamoraban de humanos, pero lo que no sabían que al no ser purasangres, el veneno vampiro los llevaba a la locura y terminaban perdiendo su humanidad volviéndose seres sedientos de sangre que no respetan especies. —Que los niños y mujeres no salgan de las zonas seguras de la manada y los que se creen exploradores serán azotados en las mazmorras por desobediencia. No podemos estar con la guardia baja.

 

—Sí Alpha. Tiene algún otro mandato.

—No, eso es todo.

 

—Bien, entonces, ¿Por qué demonios sigues saliendo con Trisha?

 

—A que te refieres, es solo diversión, ella lo sabe.

 

—Pues parece que no, porque va comentando a todos que será la futura Luna de la manada y se está tomando atribuciones de mandato con miembros que la contradicen o no hacen lo que ella quiere.

 

—Mierda…hablare con ella.

 

«Definitivamente Trisha sí que le gusta cruzar límites, el puesto para Luna de esta manada, es únicamente para mi mate, pensé que tenía claro eso».

 

— ¿Hablar?, Debes terminar esta aventura con ella, cuando tu mate, nuestra futura Luna aparezca tendrás problemas con esta situación, además tus padres antes de irse no dejaban de hostigarme a que te haga entrar en razón sobre dejarla.

 

—Hasta que alguien es inteligente al hablar. —dice Lucas, mi lobo.

 

—Ahora si quieres hablarme, estuviste mudo por casi un mes.

 

—Yo hablo cuando quiero, y quiero a mi mate.

 

—Pues no está aquí.

 

— ¡Eso ya lo sé, idiota!, ¡Quiero que la busques! Sabes bien que sin ella no somos lo suficientemente fuertes, y la manada la necesita, necesita su vitalidad, necesitan una madre ¡cabeza hueca!

 

— ¿Crees que no sé eso, Lucas? Yo también la necesito, nadie podrá nunca complementarnos como ella.

 

—Y si lo sabes porque sigues con esa zorra odiosa y no sales a buscarla, sabes que Ludovic puede encargarse de los asuntos, podemos una vez más recorrer las manadas del mundo hasta encontrarla.

 

—No sé, voy a pensarlo.

 

— ¡Imbécil! Mejor me largo. No me llames porque no saldré.

 

Lucas cierra link con sus típicas palabras, ¿acaso cree que me ofende?

 

—Dejaré a Trisha cuando encuentre a mi mate o cuando ella encuentre al suyo. —le informo, mirando a mi beta. —Coméntales eso a mis padres si te vuelven a preguntar.

 

—Espero que no te arrepientas de tu decisión de no terminar a tiempo con ella. —termina diciendo Ludovic y dirigiéndose a la salida del despacho. —Nos vemos luego Kenrick, se gira y me da una señal con la mirada antes de salir. —tienes compañía, dice dando pase a Trisha que entra sonriente.

 

 

“Aquel calor y juicio nublado fue pasajero, cuando la escarlata tiño la tierra, volvió el vacío, la soledad y la frialdad, el amor que saboreé fue un pestañeo, y surgió el arrepentimiento…aquel que siempre me atormentará”.

***

 




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