Enya: En busca del destino | Serie: Destino Sobrenatural.

Capítulo 19.

***

Estoy acostada en el mueble del departamento con los pies elevados sobre el respaldar, con el celular ligeramente levantado y procurando sostenerlo con firmeza para que no caiga sobre mi cara. Reviso si he recibido algún mensaje de Lucían, pero nada, no me ha escrito ni llamado en todo este tiempo. Y cuando lo llamo entra a buzón, solo espero que este bien.

 

Presiono para escribirle a Leah, pero me sobresalto al escuchar entrar a mi amiga azotando la puerta tras ella.

 

— ¡Maldito Evan! —grita, y escucho lanzar su morral a un lado.

 

Me giro rápidamente del mueble y desciendo para ver a una Lizzie llorosa y roja de furia.

 

— ¿¡Qué pasó!? ¿Qué hizo Evan? —digo, acercándome. A lo cual ella corre y me abraza fuerte y llora pegada a mi cuello. —Liz… ¿Qué pasó? ¿Te hizo algo…te lastimo? ¿Qué pasa…dime? —digo, desesperada y asustada por su respuesta.

 

—Me engañó. —Suelta, con su voz pastosa y entrecortada por su llanto.

 

— ¿Qué? —digo, extrañada.

 

—El imbécil tenía novia…él…me engaño todo este tiempo, ya salía con alguien. —Me dice entre llantos.

 

—Lo siento Liz, de verdad lo siento mucho. Él es un completo imbécil y no te merece, no merece a alguien tan increíble como tú. No vale la pena. —Digo, consolando a mi amiga.

 

—Sí, es solo que…duele, duele mucho. —Dice despegándose de mí y dirigiéndonos al mueble.

 

— ¿Qué quieres hacer? —digo, tratando de poder consolarla.

 

—Patearle el trasero, castrarlo, no sé…algo maquiavélico. —bufa, triste.

 

—Si fuera legal, yo misma seria tu escudera en tu hazaña, pero como vivimos con reglas y leyes, no podemos, debes querer hacer otra cosa. —digo, sonriéndole, a lo que ella me devuelve la sonrisa.

 

—Enserio, le patearías el trasero conmigo. —pregunta, sonriéndome.

 

— ¡Por supuesto que le patearía el trasero! Y me tomaría una foto de mi labor. —Termino de decir, para luego empezar a reír juntas por lo dicho.

 

—Recuerdas lo que mi padre nos decía cuando algo no nos salía como queríamos. —Me dice, limpiándose las lágrimas.

 

—Sí, decía… llora y patalea solo una vez, solo un día, y aunque duela, mañana te levantas más fuerte, más valiente y dispuesta a olvidar. —Le digo. Sus palabras son sabías y adecuadas para este momento.

 

—Sí. —Responde. Por eso hoy iremos a bailar, beberé y botaré todo esta queja de mi corazón y mañana será un nuevo mundo para mí.

 

— ¡Así se habla! Entonces más tarde iremos al BoomDay, seré tu escudera y seguridad a cargo. Así que bebé con libertad.

 

—Gracias amiga, pero,  no iremos más tarde. —Dice, levantándose del mueble. —Iremos ahora.

 

— ¡Ahora! Son las tres de la tarde. —respondo, mirándola incrédula.

 

—Sí, iremos ahora, mañana es sábado y no tenemos clases hasta el lunes, además el BoomDay está abierto todo el día. Y quiero olvidar para empezar mi mañana cuanto antes.

 

—Está bien, está bien…pero primero ve a bañarte y arreglarte, le dejaré un mensaje a Leah que hoy es día de chicas.

 

—Te quiero, gracias.

—Ya…ve arreglarte. —Le respondo, yendo a mi habitación y mandar el mensaje a Leah.

 

Conversación por mensaje:

Yo: Amor, ¿estás?

Leah: Dime amor, ¿estás bien? ¿Sucede algo?

Yo: Esta todo bien, solo quería avisarte si podemos dejar nuestra salida para otro día. Lizzie termino con Evan y hoy será “Momento de chicas”. No le voy a decir que Evan la engañó, para todos ella lo botó.

Leah: Oh, entiendo amor, no te preocupes. Aprovecharé para arreglar unos asuntos que tengo. Cualquier cosa me avisas, te amo, cuídate.

Yo: ¡Gracias! Eres increíble. Te amo mucho, cuídate también.

Leah: Te amo una infinidad. <3

Yo: <3 <3

 

Veo la pantalla y sonrío a mis adentros, Leah me hace sentir increíble, siempre me dice palabras que agitan mi corazón de emoción, es compresible y muy atento conmigo. Me siento afortunada.




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