Enya: En busca del destino | Serie: Destino Sobrenatural.

Capítulo 37.

AISLINN ENYA DEMBROT

 

Debo evitar una confrontación entre Kenrick e Ivanov Arran, a como dé lugar. No hay más líderes vampiros, él era el único, hasta donde sé, ¡Mierda! Espero no equivocarme en esto.

 

—Aislinn, ve con los guardias. —dice Kenrick.

 

—No…no iré con ellos. Llévame contigo al encuentro con el líder vampiro.

 

— ¡Maldición Aislinn! No hagas esto ahora…no hagas que te lleve cargada hasta el refugio. —dice Kenrick pasándose la mano por el cabello casi estirándose.

 

—También iré yo. —dice Lizzie uniéndose a mí, ¡bien!

 

—Lizzie tú no iras a ningún lado…Mark llévala ahora. —dice Ludovic a uno de mis guardias.

 

—Tú no te muevas. —digo mirando al tipo que el rubio ordeno, le estiro la mano a Lizzie sujetándola. El gira a ver a Kenrick y este a mí.

 

—Aislinn, no puedes ir es peligroso, no sabemos si habrá confrontación, no te pondré en peligro.

 

—No lo harás, tengo a ellos cinco cuidándome. —señalo a los tipos a mi alrededor.

 

—Niña, esto no es un juego…no pondremos la vida de la manada solo por tu curiosidad. —dice el padre de Kenrick dándome una mirada asesina, pero controlando su tonito de voz. ¡Estúpido!

 

—Sé que esto no es un juego, señor. —arrastro las últimas palabras mirándolo fijamente. —Jamás pondría la vida de mi manada en riesgo por un actuar impropio, sé que el tema que se hablara es importante y pido, no, exijo participar en él como Luna de la manada.

 

Me giro a ver a Kenrick dándole esa mirada de soy la Luna de la manada, estoy en posición de ir, además con nuestra pelea anterior que tuvimos por Trisha sobre este tema, es bueno sacar este as bajo la manga.

 

Kenrick me mira por unos segundos que parecen eternos, sé que se está debatiendo internamente y preguntándose por mi seguridad, pero esto es necesario, y espero, realmente espero no estar equivocándome de que este líder es Ivanov, porque si no es, y hay confrontación estaré en aprietos y no solo eso, pondría en peligro la vida del resto, porque al ser humana no podré defenderme y por ser Luna trataran de protegerme y descuidaran la batalla.

 

¡Joder! ¡Porque estoy negativa! ¡No! ¡Maldición!

 

—Eres Luna de esta manada y ya es momento que estés al corriente de los hechos, iras con nosotros, pero, obedecerás en todo Aislinn, sin replicas.

 

—No me hables como si fuera una niña pequeña, sé que esto no es juego Kenrick, y lo de obedecerás, guárdalo, no soy tu siervo. Ahora vayámonos. —Digo sujetando aun a Lizzie y dándole una mirada de suficiencia a Kenneth y caminando hacia la entrada de la mansión.

 

 

***

 

 

Estamos en una camioneta, Kenrick, Ludovic, Lizzie, y Steve conduciendo, en otra van el resto, así que poniendo la situación clara, más de siete camionetas a nuestro alrededor, con guerreros en ellos. Solo espero que todo esto no llegue a mayores.

 

Kenrick sujeta mi mano y entrelaza sus dedos con los míos acariciando con su pulgar. Apoyo mi cabeza en su hombro.

 

—Obstinada. —susurra.

—Tonto. —respondo.

 

La camioneta se detiene, llegando al destino cerca a los límites, aún estamos en territorios de la manada, pero este lugar es como una especie de casa pero dedicado a este tipo de asuntos o conflictos, de esa manera, si hay confrontación no se desarrolla en el pueblo, o en la mansión.

 

Bajamos del auto, los cuatro, no, cinco con Steve, pero este se queda en guardia. Los demás llegan descendiendo de los autos. La entrada al lugar del encuentro es enorme, una puerta plateada sin ventanas, ajusto mi saco que cubre mi vestido protegiéndome de las fuertes ráfagas de viento.

 

Nos aproximamos a la entrada, solo Kenrick, Ludovic, Lizzie y yo, junto con los cinco escoltas, el resto de guardias que vinieron con nosotros se forman al alrededor perime-triando el lugar, al igual que Kenneth y Leah.

 

Kenrick sujeta mi mano caminando por el pasillo largo de esta entrada, al final nos espera una mesa larga y enorme, los guardias de Kenrick se forman en el lado izquierdo, que atino que ahí estaremos, caminamos lentamente, giro mi rostro a ver a Lizzie, que me sonríe levemente, este lugar no tiene mucha iluminación, solo farolillos colgando sobre la mesa, es como esas películas cuando interrogan a los prisioneros.

 

Mi mirada va hasta los vampiros formados en línea recta en el lado derecho, su vampiro líder está sentado en el medio, con la mirada al frente, sin girar en nuestra dirección.

 

“Vamos voltea quiero ver tu rostro, aunque por ese cabello sé que eres tú, pero igual gira, por favor, veme entrar”. Grita mi yo internamente.

 

Nos posicionamos hasta el lado derecho de la mesa, teniendo frente a nosotros a Ivanov Arran, pero no levanta la vista en nuestra dirección, parece perdido en sus pensamientos. Kenrick hace un carraspeo y él alza la mirada, se levanta, y lo tenemos frente a frente, Ivanov Arran tiene los ojos completamente negros y mira fijo a Kenrick, ambos hacen una reverencia y la mirada de Ivanov se posa en los míos.

 

La oscuridad de sus ojos como la noche me observan, recorren cada parte de mí, y se posan en mi mano sujetada con la de Kenrick, no hay expresión, neutro es su rostro. Vuelve a sentarse y hacemos lo mismo.

 

Estoy inquieta.

 

Vamos Ivanov Arran, enserio me olvidaste…mi cabeza no deja de hacerse preguntas, pero el sigue con su mirada vacía y su oscuridad observándome, no pestañea, solo clava sus ojos en mí, traspasando mi ser.

 

Está molesto quizás, no sé, estoy sujetada con un descendiente de la manada que mató a su hermana.




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