Prólogo.

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Han pasado dos meses y un día de los acontecimientos ocurridos en el día de Samhuinn, en la manada de lobos, DuncanMoon. Por su parte, en aquel lugar se lleva el ritual de transformación de los lobeznos con su bestia interior, bajo la luz de la luna azul. Lizzie, amiga de Aislinn, forma parte de aquel evento, con un pesar en su corazón y aún más, ocultando una verdad a su Alpha, en nombre de su amiga. Mientras tanto, Lucían, intenta resguardar los secretos y horrores de su castillo, alejando los ojos curiosos de su nueva invitada; sin saber, que aquel acto solo desempolvara y desestabilizara la línea temporal, uniendo los acontecimientos predestinados, del pasado con los del presente, atrayendo la oscuridad de sus almas, envolviéndolos con su verdadero ser y, revelando su verdadera identidad.

“Desde los albores del tiempo, siempre fue el destino; arrastrando la adversidad y escondiéndolas en nuestras carnes… sabes que no habrá escape, y solo hay un camino para vencer la oscuridad, pero no acabara con un: tú y yo juntos para siempre, eternamente”.

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