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“El primer tipo de violencia, del séptimo circulo dantesco era: Hierve la sangre de tu ser por la ira y lastimaste al inocente, hervirás en tu propia sangre, los centauros comprobaran tu sufrimiento eterno. Si era este el primer tipo de violencia, ¿Por qué la oscuridad no fue castigada?, ¿Por qué mi alma sustituyo su sufrimiento?, ¿Por qué yo pague aquel precio?”
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ANTES - Año 990 d. C.
Miedo, horror, muerte.
Era lo único que conocían los aldeanos de los montes Cárpatos, por allá, en la antigua Rumania. Al caer la noche, como topos bajo la tierra, se escondían, temblaban, y reforzaban sus débiles puertas.
Tap, tap, tap
Se oían en las angostas callecillas, aquel sonido intimidante, sediento, sanguinario. «El ser oscuro» susurran entre sí, «Esta aquí». Y el sonido aumentaba, tap, tap, tap… anunciando su llegada, arrastrando la muerte, paso a paso. Y la sombra, bestia sedienta y asesina… irrumpía, y masacraba y caminaba entre trozos de miembros sin vida. Mientras la luna lloraba, en lo alto, en la cima del reino celestial. Observando las hazañas de su hijo, el único que se atrevió a desobedecer, abusando de su poder, asesinaba y repudiaba a aquellos seres indefensos. Día a día, semana a semana, mes a mes, año tras año. Y así… en una tortura interminable… pasó cientos de años. Y cientos de muertes bajo su mano.
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PRESENTE – 2022 dentro de diez meses.
—Kenrick, ahora tienes la oportunidad de despedirla como corresponde.
—La he perdido otra vez… —dijo el lobo, sujetando la delgada y fría mano de su compañera. Limpiando la sangre que empezaba a secarse en su piel.
—Debe ser enterrada según los rituales de la manada…solo de esa manera, ella y él bebe podrán cruzar la barrera a una nueva vida.
—Nuestro bebé…mi loba… —susurro en un sonido ahogado, suprimiendo el llanto. Su ser, su alma gemela, su destino, había llegado a él inesperadamente, y así como vino, se fue, como la primavera; esparciendo su calidez y su brillo unos meses, para luego apagarse con el invierno. Solo que esta vez, ella ya no volvería. Renació en su ausencia y volvió a ser suya con una brevedad infernal y torturante, para luego volver a perecer frente a sus ojos, sin poder salvarla nuevamente.
«Si el mal está en su seca alma, yo me encargare de sellarla para que no lastime nunca más, aun si muero en el intento, traeré la paz para todos… al final siempre estuve destinada al sufrimiento y ya no tengo nada que perder. — fue aquello que le susurro, haciéndolo gruñir de la cólera, mientras sus marrones ojos se clavaban determinados.
—Regresaras a la manada. —dijo él sujetándola del brazo. —No te dejare hacer locuras. Ella chasqueo sus colmillos dándole un manotazo, y apretando la mandíbula dijo: Tú y yo no somos nada. No eres nada para mí. ¡Así que no vuelvas a tocarme!».
—Kenrick… —dijo su beta, rompiendo sus recuerdos y trayéndolo a la realidad. —Me hare cargo de los preparativos, mandare hacer las hogueras para el ritual de entierro. Mientras te tomas tu tiempo para asimilar.
— ¡Alpha! —llamó Steve. Kenrick giro en su dirección. —Son los padres de nuestra Luna, vienen por su cuerpo.
— ¿Qué?
—Lo que escuchaste Alpha Fao. —dijo una mujer apareciendo tras el omega, acompañada de su compañero y el consejo mundial de especies. Me llevare el cuerpo de mi hija, será enterrada en su aquelarre, en la cripta de nuestro clan.
—Eso no sucederá, ella es mía.
—Mi niña no fue marcada por ti, lobo, no es tuya, no te pertenece. No puede pertenecer a alguien que nunca cuido de ella. Entréganos su cuerpo. —hablo esta vez el hombre, mirándolo firme con la oscuridad puesta en sus ojos.
—Rey Ivanov, ella es mía, llevaba a nuestro bebé en su vientre y será enterrada en mi manada como la reina y Luna que era.
— Tenemos entendido que tienes a tu amante, a quien públicamente la llevaste al Moonlight para humillar a mi hija. No destiles ahora tu falsa devoción hacia mi pequeña.
—Yo no destilo…
—Alpha Fao. —lo interrumpió uno de los líderes del consejo mundial de especies. —Entregue el cuerpo de la princesa. Según las leyes impuestas en los albores, ‘Todo alma destinada que no esté marcada por su compañero, seguirá perteneciendo al clan de su nacimiento, sin derecho a cuestiones’.
También se le solicita un informe de la primera muerte de la princesa ocurridos en la última fecha de octubre del 2021, asimismo se pide un informe a detalle de la muerte del Elfo Leah Lux. Ambos eventos ocurridos en su manada.
— ¿Qué insinúa? —gruño Kenrick, mirando a los líderes. —No tuve que ver con sus muertes.
—No insinuamos nada, solo solicitamos los detalles para el libro de las especies, los eventos ocurridos en su manada necesitan ser aclarados, solo de esa forma la paz entre ambas especies se reafirmara, tanto por el bienestar de su manada como para la historia en el aquelarre Ivanov. Y por supuesto, para el clan de los elfos.
Kenrick se sumergió en su pensamientos, ¿Cómo había vuelto a perderla otra vez? ¿Por qué no la protegió?
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Editado: 20.03.2022