Narrador
Son las nueve y media de la mañana. Eyol se encuentra tomando desayuno vestida y arreglada para salir, con su teléfono en mano ve los lugares de especialización en fertilidad para ella y Jungkook, quería saber bien por qué no quedaba embarazada, no iba a ir a los doctores privados que Jungkook había encontrado en internet.
Hablado de él, Eyol aprieta la taza de café enojada aún con Jungkook y más aún porque se fue toda la noche y no ha regresado, tampoco ha tenido los huevos para enviarle un mensaje y decirle donde paso la noche. Está bien que sea un hombre, pero está casado y debe informarle a su esposa donde esta.
—Jodido niño adulto que tengo —expresa enojada.
Pero una mueca aparece en su rostro al recordar las palabras que anoche le dijo Jungkook. ¿¡Que ella era débil!?, ella ha sido demasiado fuerte desde que a tenido problemas para embarazarse. Él es el débil por rendirse.
Gruñe enojada, mirando nuevamente su teléfono justo cuando el sonido de la puerta aparece avisando que se abre y cierra segundos después. Eyol detiene su tasa cerca de su boca apretando la mandíbula al saber que es Jungkook, el susodicho pasa por el umbral de la cocina con el rostro amurrado.
—Buenos días.
Saluda serio, pasando directamente a la habitación de ambos. Eyol sonríe de costado enojada.
—Piérdete.
Sin duda su actitud es inmadura.
El resto de los minutos Eyol se la pasó arreglando un poco la casa para que cuando llegara estuviera limpia por lo menos. Tomando su bálsamo labial rojo para aplicárselo en los labios sale Jungkook vestido con un buzo ya más cómodo. Hoy no iría a trabajar. Camina por el pasillo mostrando el mismo rostro de unos minutos atrás y su atención va a Eyol que esta vestida para salir.
Jungkook frunce su ceño y se recarga en la pared del pasillo mirándole confundido.
—¿Adónde vas?
Pregunta curioso, viéndo como se pone el perfume que le regalo en la navidad. Eyol suelta una risa pesada mirándose al espejo.
—Que te importa.
Jungkook aprieta sus puños molesto por la forma que le respondió.
—Me importa porque soy tu esposo, Eyol.
—¿Por qué debería decirte cuando tú no me dijiste adónde fuiste anoche?
Jungkook mojo sus labios y su expresión se relajó un poco, suspira nuevamente poniéndose bien frente a ella, ya que por alguna razón le estaba intimidando la mirada de su esposa.
—A....ah —dice atropelladamente—. Eso es porque estaba enojado y no quería hablar contigo —murmura y mirando a otro lado.
—En este caso —se pone de pie tomando su bolso de mano—. Yo también estoy enojada y no te diré adónde voy —se encoge de hombros—. Adentro del horno deje tu cen!.
Le avisa sin mucha importancia si comía o no dirigiéndose a la puerta de su casa para abrirla y cerrarla con un fuerte portazo, donde hizo temblar un poco a Jungkook.
Una vez estando solo, toma un cojín del sofá para tirarlo al piso estresado.
—MIERDA Jeongguk, ¿¡Cómo hiciste enojar a una mujer así!? —llevando las manos hacia su cara respirando con fuerza—.Estoy perdido.
°°°°
Eyol llega a la clínica del señor Chang. Era una clínica naturista que había encontrado en Naver y era muy recomendada por otras personas que tenían problemas de fertilización.
Con nervios entra al a clínica sintiendo olor a hierbas medicinales y cosas antiguas, arrugó un poco la nariz a tal pesado olor de algunas plantas. Mirando el lugar se encontró con todo tipo de plantas medicinales, hasta había una para dejar de ser idiota.
"Esta es la tengo que comprar a Jungkook".
Se dijo en su mente con maldad, pero el sonido del piso de madera llama su atención provocando que pegue un ligero salto, se voltea para ver quien está atendiendo y se encontró con una señora de unos 70 años.
—¿Doctor chang?
—Él es mi esposo, pero descuida me puedes decir a mí que buscas —responde la señora con una ligera sonrisa en su rostro.
Eyol sonríe apenada y asiente acercándose al mostrador.
—Oh está bien. Quería saber si me puede ayudar en algo para el embarazo.
—¿Para el embarazo? —asiente Eyol rápidamente—. Claro, ¿Tienes problemas para tener concebir?
Eyol muerde su labio apenada, está luchando sola mientras su esposo devora un pollo asado de la cena de anoche. La señora se da vuelta con un par de hierbas empaquetada.
—Si... digamos que yo y mi esposo no hemos podido tener hijos desde cinco años atrás y realmente no se si soy estéril —dice soltando una sonrisa apagada, la señora la mira compadeciéndose de ella.
—Eso es triste —murmura la señora mirándole con pena—. Mira te diré las cosas que le pasa a una mujer que es estéril, y analizo en tu mente si presentas los mismos síntomas.
—Esta bien —responde soltando todo el aire de sus pulmones.
La señora le sonríe amigable para entrar en confianza y empieza.
—Dolor excesivo durante la menstruación, Sangrado excesivo durante la menstruación, Dolor pélvico, Periodos irregulares, Periodos poco frecuentes, Problemas asociados a irregularidades hormonales.
Finaliza la señora con una ligera sonrisa mirando a una Eyol que se encontraba pensando si ha tenido algunos de sus males a sus 25 años, pero una sonrisa aparece luego de unos minutos. La señora suspira ya más tranquila al saber que su cliente no tenía ninguno de esos problemas, porque para ella sabe lo duro que es para una mujer no poder concebir.
—Pero lo único problema sé que soy irregular en algunas veces, me llego unas cuantas semanas atrás antes de tener relaciones.
—Entonces quédate tranquila, de aseguro que dentro de poco podrás quedar embarazada, pero por si tu marido es el problema, toma este paquete de hiervas, le ayudará mucho a tu esposo unos días antes de tener relaciones ya que estará más tranquilo.