Episodio 02

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La tenue fragancia a pintura fresca se percibía en medio del pasillo, mientras más se aproximaba al lugar donde provenía el olor, este aumentaba con intensidad. Al acercarse despacio a la puerta entre abierta que se hallaba frente suyo, visualiza a una persona con el cabello recogido con brocha en mano pintando la habitación.

—¿Sakura? —pregunto la mujer dudosa

La persona que esta de espaldas al escuchar su nombre se da la vuelta rauda.

—Mamá, ¡bienvenida a casa! —saluda alegre al contemplar a su madre

—¿Qué estás haciendo Sakura? —pregunta confundida

—Supongo que es tarde para decir “sorpresa”

—Definitivamente estoy sorprendida —afirma segura al examinar su vestimenta con algunas manchas de pintura— no me mencionaste nada sobre pintar tu habitación

—Lo siento mamá, he estado muy ocupada con mi trabajo de medio tiempo que olvide comunicártelo, espero no te disgustes conmigo

—Nunca me enfadaría contigo hija, sin embargo, me gustaría que me informaras con anticipación para poder ayudarte en lo que puedas necesitar

—Te abrazaría en este instante mamá, pero estoy toda manchada y no quisiera ensuciarte de pintura

Su madre sonríe enternecida por su precaución al no querer salpicarle de pintura, su única hija siempre ha sido una joven muy dulce y atenta con sus padres.

—¿Cuál es el color que has escogido para pintar tu habitación? —interrogo sonriente

—El blanco, quiero un cambio total por ende me decidí por ese color

—¿En serio? Creí que tu color preferido, era el rosa, de pequeña adorabas ese color

—Aun me sigue encantando, pero ese color es muy infantil para mi edad, sobretodo porque ya no soy una niña pequeña

—Comprendo, mi pequeña Sakura ha crecido

—No quiero que lo tomes a mal, mamá —espeto preocupada

—Descuida hija, yo también tuve tu edad y lo entiendo a la perfección

—Gracias mamá por comprender —agradece contenta por su aprobación

Después de retirarse su madre, ella prosigue con su trabajo. Sakura está muy entusiasmada por terminar lo más pronto posible para decorar su habitación a su gusto.

Horas más tarde; seguidamente de estar de un lado a otro y por momentos descansando, finalmente concluyo en pintar su habitación. A pesar de estar agotada, estaba feliz de haber logrado su cometido.

El color escogido era idóneo para la habitación de Sakura, el color blanco le daba un contraste de luminosidad a la vez que se resaltaba más espaciosa.

Sakura se quedó profundamente dormida en una habitación contigua, donde estaba puesta sus pertenencias. Al día siguiente se despertó temprano para trasladar sus enseres a su nueva habitación recién pintada, sabía que le esperaba un arduo esfuerzo, sin embargo, estaba emocionada por comenzar.

—Sakura, acaba de llegar un paquete para ti —anuncio su padre en la puerta

Se acercó presurosa para mirar el paquete recién llegado.

—¿Ordenaste alguna cosa, Sakura? —pregunto su madre curiosa

—Es un mueble que solicite por internet, colocare mis objetos de valor en el nuevo estante —su madre comprendió de inmediato a que se refería con esa expresión en su rostro

—No perdamos el tiempo y abramos esa caja para armar tu mueble en tu habitación —sugirió su padre decidido

—Yo puedo encargarme del armado, no quiero interrumpir tu día de descanso, papá

—Aún es temprano, si empezamos ahora, terminaremos en breve

—Pero papá…

—Hija, haz caso a tu padre, solo quiere ayudarte. Acabaremos más pronto, si te ayudamos a trasladar tus pertenencias

—Gracias papá, mamá —se acerca hacia sus padres para abrazarlos, se sentía tan agradecida por la ayuda ofrecida

—¡¡Empecemos de una vez por todas!! —exclamo su padre muy enérgico, a lo que ambas mujeres asintieron raudas

El armado del mueble fue terminado fácilmente, gracias a las habilidades de su padre, quien era más diestro con las herramientas.

Su madre se encargó de acomodar la ropa en su closet, su padre junto con Sakura desplazaron su cama a la habitación, posicionándola en el lugar que ella deseaba. Estuvieron parte del día moviendo objetos y ordenando todo en su lugar.

Sakura instalo en su nuevo estante sus álbumes, adornos y su pequeña colección de funkos de su grupo favorito. Al concluir la transferencia de sus enseres, solo visualizaba lo perfecto que había quedado.

Estaba tan orgullosa, había valido la pena cada centavo gastado. Tardo tiempo en ahorrar el dinero suficiente para el cambio en su habitación, observar después el resultado fue muy grato.

—Muchas gracias por su ayuda papá, mamá, sin ustedes no lo hubiera logrado —expreso conmovida

—Fue un trabajo en equipo, mi pequeña Sakura —afirmo orgulloso su padre. Su madre asintió sonriendo