Recuerdos

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Era una noche difícil de conciliar el sueño todas las cosas que soñó de niña se estaban cumpliendo, nunca pensó volver a conversar con sus padres, más con su padre en específico, un hombre muy estricto y de una palabra cuando le dió a escoger pese a todo sabía que nunca volvería a estar en casa.

Recuerdos…

-Karoline piensas que esto es un juego? ¿Quieres hacer tu vida como alguien que no tiene familia, como una inadaptada social, que depende del alcohol y las drogas? Yo no crié una hija así, por lo que indiscutiblemente no voy a ser parte de esto! ¡Tú no vas a llevar por el mal camino a tu hermana tampoco!

—padre porque te es difícil aceptar que yo no deseo hacer una carrera en leyes o letras… yo lo que quiero es bailar y porque no también cantar eso es lo que en verdad me gusta hacer y puedo tener oportunidades…

—¡No Karoline! Es definitivo yo no puedo aceptar eso, te amo hija y por el amor que te tengo no deseo esa vida desordenada para ti, cada vez más cantantes y demás se quitan la vida, se involucran en relaciones inmortales, consumen sustancias ilegales, sabes cuántas cosas tengo que ver desde mi cargo?

—Pero papá, tú me criaste muy bien, yo no voy a involucrarme en esas cosas…

—creí que eras mas inteligente ahora veo fallé en eso, cariño cuando tú firmas con alguna agencia tú les perteneces y ellos harán que tú hagas cosas que no deseas hacer.

—no niego que sea así, en todos los medios existen cosas como esas, o me dirás qué entre los militares no han habido órdenes para nada morales o legales con tal de llegar a su cometido, igual en derecho suceden casos así y este medio no está exento, pero aún así quiero dedicarme a eso!

—bueno te daré una semana para que pienses las cosas, en esa semana irás a clases igual, al finalizar nos volveremos a reunir, solo te adelanto que te retiraré todo mi apoyo si no estas en mis expectativas, no deseo hacer eso cariño, no deseo enviarte al mundo sola y desprotegida así que no me hagas el malo de la historia!

La semana transcurrió, Karoline no tenía novio ni amigos, su única amiga era su hermanita a quien le llevaba cuatro años, esa semana preparo sus cosas, revisó sus ahorros, en esa semana se presentó en un casting para competir, si era rechazada, seguiría lo que su padre le dijese pero si era elegida y no ganaba igual iba a apostar por sus sueños su padre era un hombre muy estricto pero de gran corazón no la dejaría sola de eso estaba segura.

Ese día se saltó las clases, pasando el casting para dos días después competir, uno de sus sueños más grandes era conocer a J-Hope, lograndolo se sintió feliz y poderosa, todo se fue al cesto de basura cuando quedó fuera, claro que habían otros bailarines mucho más experimentados que ella, quién solo había tenido entrenamiento básico y que ensayaba en silencio en su habitación todas las madrugadas, que se tomaba las horas muertas en la universidad para ensayar, seguía tutoriales, tenía un entrenador esporádico al gimnasio que asistía.

Sentada en el pasillo tenía una decisión que tomar en unas horas, estaba en esa lucha mental de renunciar a sus sueños y seguir los de alguien más, su padre.

Alguien la aborda, le propone entrenarla para ser una bailarina de talla correcta, a lo que Karoline refuta que no tiene dinero, no tiene recursos para pagarse eso y que no está dispuesta a hacer cosas ilegales ni inmorales para obtener algo.

Sorprende a quien la está tratando de ayudarla, pero le ofrece un patrocinio de alguien anónimo pero que pueden dejar en documentos legales que ella no será obligada a nada de eso durante este entrenamiento y que irá pagando sus honorarios cuando empiece a ser rentable.

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Sonríe al recordar que su patrocinador secreto es nada más y nada menos que Jung Hoseok, para sorpresa de ella, él creyó en ella cuando ella estaba dudando, regresa su mirada en dirección de la habitación, donde Hoseok está durmiendo tranquilamente, su vida cambió gracias a él, todo lo que pensó que no podría alcanzar nunca allí estaba, tenía fama, tenía talento, tenía un espacio en la industria que tan difícil es posicionarse en ella, volvía a tener los abrazos de su madre, podía escuchar las historias locas de su hermanita y seguir conviviendo con ella, volvía a conversar con su padre y recibir el cariño que por años no había estado y para finalizar tenía el amor de un hombre, pero no de cualquier hombre, Hoseok era El hombre más maravilloso en el mundo y era de ella.

Nunca había deseado algo tanto en el mundo como el amor de él, pero no quería obligarlo, no quería hacerlo por la fuerza, no quería que algo tan superficial los uniera quería algo profundo, algo que les uniera de por vida, algo real y para siempre.

Ahora había algo que deseaban en verdad y era ser madre, había escuchado muchas veces a Hoseok hablar de los hijos de sus amigos, el pequeño Dae de Taehyung, los gemelos Min, la pequeña Nara, el pequeño Dong de Namjoon, sentía que algo estaba allí en el anhelo de su prometido, así que deseaba darle eso también.

Habían sido un par de meses un poco turbulentos, entre tanto que le habían dado a la prensa no habían tenido respiro de tranquilidad, en el medio de todo eso le tocó que planificar la boda, con agenda de trabajo llena junto a su prometido, el lugar, el vestido, la decoración, las flores, a K-line le encantaban las margaritas, eran agraciadas y elegantes así que se permitió ese deseo aún, sufrieron cuando la noticia fue revelada primero a Army, donde ella apareció al final del vídeo, saludando esperando todo tipo de reacciones, pero la verdad era que Army había madurado junto a sus ídolos, reconocían que ya no eran unos niños que debían formar sus propias familias y seguir adelante.

Las invitaciones fueron enviadas, a las representantes de Army también les enviaron las invitaciones a algunos sectores de los medios, se perfiló un buen equipo de seguridad y para tener el orden en todo momento, había sido cansado pero también muy divertido, fue más que fabuloso ver a Hoseok involucrado en cada paso juntamente con su prometida.