Equilibrio : la luz

XX

ELENA

Me siento diferente, como si mi mente estuviera fragmentada, sé que se llama Sami y es una hermosa parte alegre, la encontré en medio de la oscuridad, es mi reflejo, pero sus ojos son de un verde claro, cuando nos vimos ella ni siquiera era capaz de creer que por fin tuviese luz, al principio no le entendí pero luego cuando juntamos nuestras manos, sus recuerdos se me pasaron, ahora recuerdo cosas que nunca sabía que había vivido, rostros y lugares, en ocasiones me llegan como ráfagas y en otras son tan claras como el agua, ella me responde cuando me concentro, pero todavía tiene miedo y las dos no sabemos de qué, pues sus angustias resultaron ser las mías.  

Le comenté Ael cuando me desperté, me dijo que esto era tan nuevo para el como para mí, pero que podíamos encontrar respuestas juntos, mis pensamientos se confunden cada vez que estamos cerca, no me agrada por que la última vez que me acerqué las cosas no salieron nada bien. Desde que llegamos no he querido hablar mucho, la conversación que tuve con Lu me dejo demasiado pensativa, no solo por la fase faltante que según ella se debe tener cuidado, es por lo que me enteré del pasado de Lu, si sabía que perdieron demasiado, pero jamás que ella estuviera cautiva, no me quiso decir nada, siempre vi sus marcas y nunca me respondió, pero ahora entiendo.

Bajo a la primera planta para mirar un poco, Aline en verdad tiene un desastre acá abajo, creo que hay sangre también, mi curiosidad va hacia la habitación de armas, está llena de cosas que no había visto,  fusionadas con tecnología veo arcos, espadas, chacos, dagas, pero me llama la atención los látigos, su forma son de serpientes - todo acá tiene forma de animales – en la mesa tiene un disco de 20 centímetros de diámetro, tiene forma de ojo, está conectado a una batería o algo así, me cautiva por completo y cuando acerco mi mano este parece parpadear haciéndome saltar hacia atrás.

  • Parece que encontraste tu arma – me dice Ael desde la puerta – Aline fabrica las que su imaginación le dicta   
  • ¿Cómo se llama esta? – trato de acercarme otra vez y reacciona de la misma manera
  • Como tú quieras ponerle – me dice deteniendo mi mano cuando la quiero alejar – las armas son únicas y estas eligen a su portador – coloca suavemente mi mano en el centro – las sientes viva en tus manos, absorben tu calidez y son una extensión más de tu cuerpo
  • Es hermosa – susurro viéndola cambiar de color, hasta que se coloca azul, verde y plateada
  • Lo es - me hace verle cuando gira mi rostro - ¿Cómo sigues? – su cercanía me abruma 
  • Creo que eso debería preguntarlo yo – le veo con su rostro rojo y huele alcohol - ¿Por qué estas tomando de esa manera?

Me entrega unas hojas que resultan siendo cartas, son de ella y dicen cosas de su hijo, las leo con detenimiento, viéndolo a él sentarse en un rincón con la botella en la mano, en ellas le indican que debe seguir pasando información si desea ver a su hijo, también relatan algunas cosas que le hacen a ella cuando se niega a continuar, hay una que está dirigida a él.

 

Querido Ael

Perdóname una vez más por como terminaron las cosas, se bien que tus intenciones siempre fueron las mejores, pero me temo que algo más fuerte me llevo a tomar esa decisión, en esta carta te contare todo lo que me paso, será corta pues no tengo tiempo, primero perdóname por traicionar tu confianza y jugar de esa manera, pero entenderás que era mejor alejarme para siempre de ti.

Cuando llegamos a este mundo, jamás imagine que podríamos durar tanto tiempo buscándola, este mundo nos afecta y a mí me paso, el único que ese día llego con la cura fue Zeto, pero el costo era muy grande, no acepte de inmediato, te busque y te ayude hasta donde más pude, pero me enamore de dos personas diferentes, uno de ellos decidió por mí en cuanto a la cura y el otro seguía buscándola, me obligaron aceptar y tuve que obtener información, pero logre pasar alguna a nuestro favor, cuando no pude más con esto te deje y me entere de mi embarazo, pero yo sabía de quien era hijo, escape por mucho tiempo pero todo camino tiene un final, me lo arrebataron y todavía sigo luchando para que me lo entreguen.

Espero que esta carta llegue a tus manos, junto a esto esta donde la tienen y necesita salir de ese lugar, perdóname nuevamente y mi corazón todavía late por ti.

DARIA

 

Dejo las cartas sobre la mesa y me acerco de forma cautelosa, le retiro la botella ya vacía de la mano y los dos nos quedamos viendo a la nada por unos minutos.

  • ¿sabes dónde está? – le pregunto luego
  • Quiero que vayas conmigo a una reunión en dos noches, lo llevaran y vamos a traerlo – me dice con los ojos cerrados – estuve pensando en si decirte o no, pero tampoco quiero perderte y es mejor que estes a mi lado en todo momento
  • ¿Por qué me perderías? – eso hace que me vea – si no conozco a nadie más que me de respuestas y con Zeto no estoy segura de sus planes por ahora
  • ¿interés? – me dice algo molesto
  • No es por eso que me quieres también cerca – le digo de la misma forma – las cosas son claras no, tu trabajo, mi respuesta – me pongo de pie llevándome la botella – lamento lo de tu novia y tu hijo, te ayudare a recuperarlo, pero esto – le muestro la botella – no te ayudara para estar claro y tampoco te la regresara
  • No es mi hijo – me dice cuando me doy la vuelta – ella fue muy especial para mí y en esa carta me parece que no era reciproco – se levanta y se acerca tambaleándose – no te quiero cerca por interés, es más, ni siquiera se bien que me pasa – se acerca demasiado y me dice en un susurro – pero me atrevería a decir que eres indispensable para mi




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