Equilibrio : la luz

XXII

Ella esta absorta en sus pensamientos, la llevo a un restaurante que me encanta desde que lo abrieron, su iluminación hace que se precie toda la dedicación que tuvieron para construirlo y que mantienen, sus sillas son bajas, sus mesas largas, paredes revestidas con madera autentica, las divisiones son en vidrio, dando privacidad en cada mesa, un jardín en la mitad del establecimiento, todo acá se siente y da a entender estar en medio del bosque, es por eso que me encanta este lugar.

Elena observa su entorno, pero en su rostro no refleja nada, se que esta molesta por como me la lleve y que todavía no le he dado ninguna explicación de lo que aconteció, sigo dudando en que comentarle de todo esto, pero iniciando con la verdad es la mejor forma, hacemos nuestro pedido y ella me mira esperando a que comience hablar, suspiro cansado de tantas cosas que han pasado en tan poco tiempo.

  • El lugar es acogedor, verdad – que estúpides salió de mi boca – es decir, sabíamos las posibilidades de todo esto y jamás imagine que me trajeran tan lejos en tan poco
  • Las cosas tienden a salirse de control cuando no se sabe como llegar a nuestra meta – ella bebe un poco de vino – pero siempre se puede utilizar a nuestro favor, ahora explícame.
  • Recuerdas que te pregunté por la forma en que me llamaste, pues se trata de eso, recibí una información que no me agrado en lo absoluto – ella espera a que continue – al principio dude, pero como viste ellas me lo confirmaron
  • Por lo que vi, no preguntaste nada y me molesta que entre nosotros este pasando esto, Aline golpeo a José, Lu tiene una gran enemistad con Aline y ahora tú con las dos, se supone que entre todos tenemos que salir de acá y lo único que veo es que nos estamos perjudicando entre más tiempo estemos bajo el mismo techo – llegan con nuestro pedido y ella solo mira hacia el jardín que tenemos a la derecha
  • Se que las cosas no están saliendo como se esperaba – pongo mi mano sobre la suya, ella me mira y la retira de inmediato – se bien que te preguntas lo que pasa entre nosotros, la sensación que paso en la casa de Daria, como te ayude a controlar cuando Sami apareció, todo esta relacionado con lo que soy
  • ¿y quien eres en realidad? – me pregunta luego de un rato y que comenzara a comer
  • El único que puede ayudarte a manejar todo lo que tienes ahora y lo que vendrá, así como tú la única que me podrá controlar con cada sello que se rompa en mi interior, como lo viste hoy – se queda viéndome y toma un respiro largo – estamos unidos – decimos al mismo tiempo –para serte sincero, no sé qué podría pasar si las cosas salen mal en todo esto

Nos quedamos en silencio mientras terminamos la comida, me tranquiliza saber que le dije la parte que considero más importante de lo que encontré, cuando terminamos quiero tocar un tema importante, pero ella parece querer esquivar cualquier cosa que pudiese pasar, sigo sintiendo esto dentro de mi cada vez que está cerca, pero sin duda me decepciona saber que no puede ser real.

  • Con respecto a lo que paso – eso hace que me mire y algo esta diferente en ellos
  • No paso nada Ael – se levanta sin quitarme la mirada– las sensaciones se mal interpretaron y eso es todo
  • ¿A dónde vas? – la detengo antes de que salga del cubículo en el que estamos
  • Deseo estar sola – no me mira y no sé qué hacer - por favor suéltame

Entonces la dejo ir, pero mi instinto no la deja estar completa mente sola, la sigo a una distancia prudente, la veo entrar a una tienda de libros, demora alrededor de una hora, sale directo a un parque que esta cerca y decide quedarse en ese lugar por horas, el helaje de la noche comienza hacer mas fuerte y entonces decido ir por ella – carajo Elena – me engaño y solo es un espejo que se desvanece con mi tacto.

Recorro en el carro por donde creo que puede estar, pero no la encuentro, la librería, la biblioteca, los parques cercanos y nada - ¡mierda! – golpeo el manubrio y se me ocurre un lugar, lo vi en sus recuerdos, ese lugar es para ella sagrado y sin duda estará ahí.  

Demoro una hora en llegar, camino hacia donde recuerdo que esta la tumba y entonces la encuentro sentada con un libro en la mano, pero, parece que llegue tarde para escuchar el poema que le corresponde el día de hoy, ella solo gira un poco la cabeza sabiendo que estoy con ella, la temperatura desciende muy rápido en esta época del año, le digo que debemos irnos, ella se levanta dejando el florero a un lado y la sigo al auto, no me mira ni articula una palabra en todo el camino. En casa ya todo esta oscuro, a pesar de la calefacción en el carro el frio sigue siendo brusco, la llevo a la cocina y le sirvo un chocolate dejándola sola.   

Me encuentro ejercitándome desde muy temprano, no dormí nada, mi cabeza dio vueltas por la reunión de hoy, en la persona para poder pasar y sobre todo en ella.

  • Ael – me detiene Luisa - ¿Qué tanto hablaron?
  • Le dije lo suficiente, pero nada que la involucré más allá de lo básico – ella suspira – pero sabes que debe saberlo y eso ya te corresponde
  • Lo voy hacer y lamento que te enteraras de esa manera
  • Apresúrate con ella y espero que no sea tarde para cuando te atrevas – sujeto sus brazos - ¿fueron ellos quien en realidad mataron a mi madre?  - permanece en silencio – a veces no hay que decir nada




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