Equilibrio : la luz

XXIV

JOSE

Me encuentro esperándolos afuera y ya me aburrí, Luisa esta hermosa en ese vestido azul, me dejo sin aliento cuando la vi bajando de las escaleras – es muy astuta y observadora – se infiltro a la reunión de una forma sutil, las cosas se ponen algo locas adentro, suena una alarma bastante fuerte y estoy seguro que son ellos, la gente sale corriendo hasta los autos, pero no veo a ninguno de los tres – mierda – es lo único que puedo decir, regreso corriendo a la limosina, saco los equipos y corro hasta el bosque para protegerme de cualquier cosa que no me convenga mientras hago el trabajo.

 

 

ELENA

  • Es una verdadera sorpresa – da un paso mas y yo otro hacia atrás pero mi espalda toca las barras – ¿a qué circulo perteneces? no recuerdo haberte visto
  • Por que no crecí en ese lugar
  • Ya veo – revisa a su alrededor - Bueno – sus ojos cambian a un negro tan oscuro que me da escalofríos - uno por uno, verdad

De repente sale una bruma de color negro de su cuerpo, parece tener vida y se lanzan con la intención de atraparme, rompo los barrotes y me protejo, mi habilidad de manipular cualquier material a mi alcance me sirve para esquivar y resguardarme de las garras que salen de su cuerpo, esquivo sus ataques y en uno logro herirlo en la pierna derecha, me sirve para poder rastrear y saber donde están, los encuentro luchando en uno de los pacillos, Ael me siente y me dice que ya esta cerca.

Me concentro nuevamente en la persona que está al frente, su dos guardaespaldas se convierte en enormes aves con rostros deformes y apariencia grotesca, parecen más murciélagos que otra cosa.

  • Yo soy el guardián del todo y me has quitado a uno que me serviría – todo se vuelve oscuro a mi alrededor – pero me encantaría tenerte más allá que en mis filas

Debo desplegar mi rastreo junto con corriente para detectar pulsaciones y poder ubicarlos con mas precisión, me atacan las dos aves al tiempo, logrando herirme en el brazo derecho que sami sana al instante, agarro a uno de esas cosas, la azoto con impulso hacia el suelo, usando el material de las barras hago una espada y la alojo en su pecho, arranco el ala para lanzarla hacia donde esta él, pero se atraviesa la otra asquerosa ave, mi mirada se trata de poner borrosa -  algo está fallando – me dice Sami – Elena debemos salir de esta oscuridad – caigo en una rodilla - ¡Elena lo esta llamando! – la escucho gritarme en la cabeza una y otra vez

  • Tu energía será mía – escucho sus pasos acercándose – no importa cuánto luches me perteneces ahora  

ALINE

parecen multiplicarse a medida que avanzamos, pero no importa cuantos pongan, Ael parece desesperado por avanzar y acaba con todo a su paso, nosotras hacemos lo mismo, el pasillo es bastante ancho como para distribuirnos de un amanera coordinada, veo un espacio y corro atravesando con mis látigos a todo aquel infeliz en mi camino.

Y entonces encuentro quien los está convocando – malditos todos los de esa orden – pensé que estaban muertos, pero parece que me equivoque, me detecta y me lanza lo mejor que tiene, mi alegría de tener un contrincante digno en este mundo, no cabe en mi pecho, el ente que me enfrenta lo acabo en tan solo tres movimientos, arrancándole la cabeza y los brazos, esto hace que me preste más atención.

  • Dame mas lucha que esta cosa tan miserable que me acabas de mandar

Las luces se encienden de repente y mi asombro al ver lo que está detrás – no puede ser – mi distracción me cuesta una herida en mi abdomen, la idea es despejar la entrada y decido hacerlo, amarro su mano con mis látigos y utilizo toda mi fuerza para lanzarlo a través de las paredes, indiscutiblemente me arrastra y llegamos al exterior, me levanta del suelo haciéndome gritar de dolor, me da una sonrisa asesina, pero no es mi derrota, sujeto su brazo sin importarme el daño, utilizo mi cuerpo para enroscarme en el suyo y romperle el brazo.  

  • Solo eso tienes – me sano lo más rápido que puedo sin desgastarme en ello
  • Hasta ahora empezamos
  • ¿Quién eres? – por su estado se me es imposible ver bien su rostro
  • Un antiguo Nizari
  • Hashshashins

Ahora entiendo sus habilidades y mas la oscuridad que lo rodea, se lanza como daga, sus movimientos son rápidos y precisos, debo utilizar toda mi agilidad para esquivar y regresarle los ataques, sus prendas están llenas de armas escondidas, debo tener cuidado un mal acercamiento y podría ser fatal, los dos lucimos agotados pero decididos a continuar, me lanza unas puntas de flecha y yo corro en su dirección esquivando las que puedo, me deslizo quedando atrás y lanzo una de las puntas de mi espada en su columna, cae por un instante, pero es suficiente para poner mis manos al suelo y amarrarlo con las raíces mas gruesas que tengo a mi alcance.

Me lanza al muro con una onda de energía, me hace crujir los huesos – carajo – debo adentrarme en el suelo para sanar y reforzar las raíces, comienzo a enterrarlo, pero las raíces se tornan negras y me saca del suelo enterrándome las ramas mientras estas me abrazan oprimiéndome, el libera su cabeza y su mirada es de odio puro

  •  No has cambiado y me hacia falta saber de ti – libera un poco la bruma de su cara dejándome ver quien es
  • Claro que si cambie – escupo sangre – tu eres el que sigue igual, hermano




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