Equilibrio : la luz

XXVI

  • ¿Cuándo mejoraste tanto? – la sostengo de los hombros y ella solo me observa, sus ojos retornan a su azul natural
  • Debemos retirarnos ahora Ael – me dice Jacobo
  • Ayúdenme con ellas y síganme

Con José llevan a Donora y Aline al auto, yo llevo a Elena en la limosina, toco su mano y su temperatura esta baja, cuando llegamos Máximo esta sentado en las escaleras, todos se ponen alerta y les digo que es de confiar, llevo a Elena arrastras a la cocina y José me ayuda con Donora, Aline me sigue por que dice que necesita un trago y nada más.

  • Te dije que estoy bien – me dice Elena ya sentada en la mesa
  • Solo tomate algo caliente, estas muy fría y no quiero mas sustos, fue una noche bastante larga para todos
  • ¿Cómo es que te curaste? – me pregunta Aline revisando mi camisa que está rota por donde me ataco
  • Paso lo mismo que con ustedes, esa ira me cegó por un instante y luego solo quería detener el sangrado, pero me sane al instante. – ella no esta completamente recuperada - ¿a ti que te paso?
  • Encuentros familiares – se toma media botella de ron – pero mi energía retorna lenta pero segura, me encargare de Donora
  • Ciro está en eso, más bien descansa porque todavía hay cosas que tratar  
  • Ok - Elena y yo la vemos levantarse de forma pausada, sale llevándose una caja de galletas y dice que se dará una ducha

Se toma un café caliente, le coloco una cobija para tratar de abrigarla y que tenga mas calor, ella me da una sonrisa muy hermosa a mi parecer, me quito la camisa y la arrojo al cesto de basura, miro mis heridas y es increíble que yo pudiera llegar a este nivel de sanación, los únicos que pueden son los sanadores, me percato que Elena esta algo sonrojada y mirando hacia otro lado, sonrió con picardía sentándome al frente de ella y me tomo mi café.

  • ¿Cómo supiste que tal vez no funcionaría la sanación con Lu? – le digo serio, notando su incomodidad y que esquiva mírame en forma directa
  • Desde que apareció Sami, tengo memorias que nunca he vivido – dice luego de un rato y no levanta su mirada de las manos – ella es al parecer la energía de otra vida que alguna vez fue mía, pero no estoy segura de ello – me mira por momentos -  en el computador habían fotos que me mostraban en otro lugar con otras personas, pero esa no era yo, era Sami – me mira a los ojos – carajo Ael ponte una maldita camisa – se levanta llevando el pocillo al fregadero – si quieres continuar con esto, te espero vestido en el cuarto bien
  • Pero si es muy divertido – me pongo de pie y me hago al lado de ella

Sale enojada diciendo que me joda, haciéndome reír, pero solo aproveche el momento para bajar la pesadez de la que acabamos de llegar, saco una camisa de la secadora y voy primero a ver cómo están los demás, entro a la recamara y Ciro todavía está sanándola.

  • ¿Qué pasa?  - le digo notando enojo y preocupación de José
  • Está demorando mucho – me dice Ciro – no es normal en ella – sostiene su mano con afecto – estaré pendiente y le daré la energía que requiera para volver   

Les digo que me avísenme cualquier cambio, ya entiendo la molestia de José, Ciro siempre a tratado a Donora de una forma diferente, a pesar de que nunca supe nada que pasara algo entre ellos, los dejo y paso a ver Aline, esta literalmente tirada en su puff naranja, con la botella al lado y la caja vacía de galletas – parece que no llego a la ducha – la arropo y le quito la botella dejándola en la caneca para el vidrio, los demás están en la primera planta.

  • Como está el niño – le digo llegando en la habitación que esta Máximo
  • Estará bien – me mira por un instante – gracias por esto
  • Lo hice por Daria
  • Todavía hay cosas que debemos hablar – su mirada aun genera resentimiento
  • Y así será – el niño se remueve un poco – pero después, puedes tomar lo que necesites para los dos

JOSE

Mientras estaba escondido manipulando la red, vi salir a Aline disparada desde el interior de la mansión, jamás la vi luchar, pero en ese momento desee nunca haberlo hecho, su rostro se transforma en una persona sedienta de sangre, sus movimientos son agiles, tanto así que cuando su contrincante le lanzo una ráfaga de lo que parecían dagas, ninguna le dio, no pude moverme de mi lugar y sin duda ella tenía razón, todavía me falta mucho por sorprenderme, ella mato a su hermano, sin ninguna duda en su rostro, cuando cierro los ojos solo puedo ver el odio en él y los gritos que se generaban mutuamente, después de un rato la socorrí llevándola a mi lado, pero no fui capaz de articular una palabra, su estado era deplorable, comía y bebía algo que sacaba de su pantalón, eso le ayudaba a tomar fuerzas por lo que pude notar, decidí llamar a los demás por cómo estaba Aline y no sabía nada de Luisa, ahora se que debí hacerlo antes, la veo recostada como si estuviera solo durmiendo, pero no despierta desde que salió de esa mansión, Ciro no se le despega y le acaricia la mano, generando que quiera arrancársela.

  • Si quiere puede irse a descansar – me dice
  • No hasta que ella despierte
  • Sabe lo que le pasa, no es así – no le quita la mirada y eso me enoja demasiado – jamás conocí a nadie tan terco, amable, orgullosa, voluntariosa, impredecible, pero sobre todo impresionante
  • Me dices cosas que por mi cuenta he notado – me mira serio – se lo que pasa y es por eso que me quedare hasta que despierte




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.