Equilibrio : la luz

XXVII

LICO  

Horas atrás

Mi enojo no es para menos, Zeto ha perdido en control de la situación, lo envié con el claro propósito de mantenerla escondida, las cosas cambiaron con el tiempo y a toda costa debió evitar su abismal avance – es un inútil – si no fuera porque lo necesito ya lo hubiera desaparecido, en estos momentos me dirijo a la mansión, me avisaron del escándalo y podremos utilizarnos a nuestro favor, pero primero debo hablar con Doran, en el carro estamos con Soria, es la persona más confiable que he tenido desde hace siglos, es una asesina profesional, cazadora por naturaleza pero entrenada por mí la hace más letal que la mayoría, cuando llegamos no vemos nada, donde estaba la mansión ahora hay un bosque, como si nunca hubiera estado, suspiro cansado de tanta decepción por parte de mi hijo.

  • Esto es maravilloso, pero no debía pasar por ahora – menciono moviendo la misión que sale poco a poco del suelo   
  • No esperaba ver eso – dice Soria observando la barrera que le han puesto

Me acerco analizando que las uniones de las faces comenzaron, sin duda esto es obra de una de ellas – Sami – pronunciar su nombre después de tanto tiempo me genera las mismas sensaciones, pero en aquel entonces las cosas fallaron por falta de precisión, cosa que sin duda mejore con el tiempo, a través de ella puedo ver a Doran saliendo de la puerta principal, no ha cambiado nada, su mirada sombría, porte elegante y sarcástico como el solo.

  • Viejo amigo – tiene una copa de vino - ¿Qué te trae por acá?
  • ¿Cómo es que te dejaste encerrar? – toma un sorbo y chasquea la lengua
  • Ella es como me lo mencionaste, en definitiva, impresionante y cautivadora sin duda, pero no me gusto quien la acompañaba – bebe un poco más y su mirada cambia de color – se te olvido decir que su protector era Alioth
  • Detalles nada más, ¿hiciste lo que se acordó?
  • Creo que te estas confundiendo mi querido Lico – atraviesa la barrera sin problema, dando a entender que todo paso por su voluntad, se pone frene a mí con su mirada desafiante y oscura – no soy un lacayo más, no me hagas recordarte frente a quien estas – Sora se intenta interponer y le hago señas que no
  • No lo olvido, hago referencia a nuestro acuerdo y que sabes muy bien los beneficios – sus ojos vuelven a cambiar de color notando que esta más calmado
  • En ese caso, si todo está listo – dice acabando con su copa – de hecho, le he preparado una habitación y aprovechar esto tan maravilloso que ella ha creado
  • Eso no va a pasar y lo sabes - le digo ya dándome la vuelta para regresar al auto – vamos y bebamos un trago más digno
  • ¡Es un Château Figeac St.-Emilion!

El camino se hace en silencio, Soria esta alerta, pero ella no es rival para él, solo hay una persona que le puede hacer frente y todavía no lo sabe, en la casa nos espera Zeto y Celina.

  • Pero que feliz reencuentro – le dice Doran a Celina  
  • Me retiro hacer algo más divertido – pasa por su lado sin siquiera determinarlo
  • Espera la señal – le dice Zeto antes de que salga la puerta
  • Empecemos – les digo a los dos

ALINE

Mi sueño se ve interrumpido por una sensación oscura, tardo en reconocer que deambula en mi casa – traspaso mis barreras - me levanto con rapidez y en la primera planta esta Cleofe y Jacobo, ellos perciben lo mismo, de la habitación salen Ciro y Donora que ya se encuentra mejor, no sé de dónde viene esa oscuridad, se parece a la que sentimos en la mansión, pero es imposible vi lo que hizo Elena y no podría salir de ese lugar.    

José nos ve a todos alerta y me pregunta que ocurre, le digo que no hable por un instante, con Cleofe escaneamos el lugar y encontramos de donde viene - ¡Elena! - le grito a Luisa, ella corre con Ciro, pero su puerta esta trancada por dentro, la energía cada vez se torna más fuerte, Jacobo con su fuerza golpea la puerta, pero esta lo lanza hasta al otro lado de la bodega, desde adentro escuchamos a Elena gritar que se detengan ¿pero quienes?

  • ¿Dónde carajos esta Ael? – digo un improperio
  • Solo hay una forma de entrar – me dice Ciro
  • Lo are – dice Donora
  • ¿Enloqueciste? – le digo – apenas pudiste salir de esa casa, cúbreme

Coloco mis manos en la pared, trato de concentrarme, escucho un desgarrador grito y me dicen que me dé prisa, mis ojos se tornan rojos cuando de mi cuerpo dejo salir un humo negro, logro entrar y la veo en la cama sudando, moviéndose de forma violenta.

  • Debes entrar en su mente – me dice Donora
  • Eso hago ya cállate – despliego más energía para hacerlo, entonces puedo verlos – mierda
  • Habla – dice Ciro

No los puedo escuchar más, me concentro en las tres personas que están al frente y con Elena sujeta con la bruma de Doran a los barrotes - Que sorpresa Aline – me dice Lico arrastrándome a donde están, trato de sujetarme, pero es una prisión oscura sin nada más que esa jaula.

  • Eres una persona detestable – me sujeta del cuello y me aprieta tanto que creo quiere romperme el cuello
  • Creo que eso eres tú, yo jamás podría acabar con mi hermano como lo hiciste – me azota contra el piso sacándome sangre por la boca




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