Equilibrio : la luz

XXVIII

LICO

Me la he pasado de pie en el corredor que dirige hacia donde esta, saber que Sami esta por fin otra vez con nosotros, me deja alegre, aunque no lo demuestre, sopeso la idea de entrar y sacarla, comenzar la separación de las partes, pero debo esperar eso lo sé, mi paciencia se agota luego de tres horas recorriendo de extremo a extremo este pasillo, ya hasta me se la cantidad de baldosas que lo conforman.

Bajando las escaleras puedo sentir su enojo, este aumenta a cada instante - no la detendré - me sirve para cuando libere su otra fase, sin embargo, me preocupa la cantidad de energía negativa que pueda emitir, frente a su puerta la energía es mas densa, sin duda será una excelente fuente.

Ya en su mente puedo detectar en su mirada la dolencia que la acoge y sin duda el enojo, la marca que le hizo Doran avanza a cada instante - ya no debe escucharla y necesito hablar con ella - me concentro en la marca de su pecho, esas con apariencia de venas que abarcan sus hombros tratando de bajar por los brazos y unirse con las marcas de las muñecas, las del cuello que suben hasta su quijada, cada avance es doloroso y su cuerpo inmovilizado genera impotencia para no poder opacar aquella sensación, una vez mi energía esta concentrada ingreso por el túnel que está generando, camino por un largo tramo en la penumbra y llego  a una recamara inmensa con tres puertas, cada una con un color distinto pero dos de ellas están afectadas por la marca realizada, sus puertas están trenzadas con las raíces negras, todavía no están opacas en su totalidad, lo esperaba porque ella se opone al avance, rompo las raíces negras de la puerta que me interesa e ingreso encontrando lo que viene a sacar, la sujeto y ella se opone pero la sujeto por la espalda amarrándola con la energía que puedo generar acá dentro – es hora de salir – le susurro al oído antes de obligar al cuerpo de Elena que se desprenda de una parte de su interior.

Ya en mi cuerpo nuevamente, veo a Elena llorar de impotencia y aun así no deja de mirarme con enojo, de su cuerpo sale como si fuera una piel lo que una vez fue Sami, su separación es dolorosa y se resiste, pero la tengo sujeta con una raíz negra que será exclusiva para su interior, la obliga a desprenderse y cae retorciéndose del dolor interno, la raíz la sujeta contra una de las caras de la jaula, al igual que Elena es sujeta de los brazos, hombros, piernas y cuello.

  • Hola mi Sami, cuanto en verdad desee este momento ¿dos milenios tal vez? perdí la cuenta cuando entendí que podría ser imposible – me acerco para acariciar su rostro y repetirme que es real – no cambiaste     
  • Fueron tres milenios y mi esperanza era para toda la eternidad – sus ojos demuestran desprecio – no eres como te recordaba Lico, tu aspecto es completamente opuesto de aquel joven perverso que una vez tuve la mala suerte de toparme, sin embargo, tu esencia sigue siendo la misma y te delata como el ser miserable que eres
  • Tus ojos y palabras demuestran los mismos sentimientos de la ultima vez que nos vimos – retrocedo un poco
  • ¿Por qué abrían de cambiar? – ignoro su comentario
  • Ya sabes lo que acontecerá, si lo pensaras mejor podría se benevolente contigo, claro tendría mis condiciones, pero sin duda lograría sacarte de todo esto casi intacta – trata de hablar pero género que la raíz entre por la espalada para iniciar con el proceso, quedando sometida como Elena – lejos de mi cualquier intención de lastimarte, sabes de ante mano el afecto que te tengo - me acerco nuevamente para acariciar la piel de sus brazos – pero si me obligas actuare de la forma más oscura, estos largos años he aprendido mucho y me temo que el veneno que destilan tus ojos y tu melodiosa voz, solo  empeorara – le beso la mejilla con un gran afecto – te dejare pensarlo un día

Sus ojos no cambian en lo absoluto, se su respuesta, pero quisiera en verdad que recapacitara, me dispongo a irme, pero se remueve en su lugar y eso no debería estar ocurriendo, hace un gran esfuerzo para retirar su mano y arrancar la raíz de su boca, le sangran las comisuras de sus labios tras la violencia que emplea y me dice muy claramente.

 – prefiero desaparecer en el tiempo mismo y evitar a cualquier costa tu cometido – las raíces tratan de controlarla nuevamente – pero esta vez tendrás muchos más problemas  

Esto último lo dice mostrándome una sonrisa, hasta que la raíz vuelve a su boca, nuestras miradas solo se detallan una última vez antes de retirarme, suspiro viendo el cuerpo de Elena reposar, Elena es la mas poderosa de las tres entidades, pero Sami es muy sabia para hacer estrategias eso la hace mucho más peligrosa, la tercera será una sorpresa porque ni yo sé de quien se trata, sus palabras me hacen razonar en cuanto a un par de cosas y decido cambiarlas, le digo a Soria que aliste todo para salir hacia Temple Gardens, en el camino llamo a mi  hijo para informar el cambio, se enoja pero me importa muy poco,  las cosas se van hacer como digo y listo.

  • Sigue siendo una fortaleza – dice Soria al atravesar el portal

A pesar del desgaste por los bombardeos, mis poderes lograron salvarla de la guerra que genero el idiota de Doran, su imagen sigue siendo maravillosa,  construida inicialmente para la orden de los templarios, manada de prepotentes adinerados queriendo más poder del que este mundo les otorgó, pero en ese entonces no quisieron participar en mi búsqueda, les quite todo lo que adoraban, respeto, credibilidad, poder y me apodere de todo, esta estructura la hice mi morada permanente en este mundo, nadie tiene conocimiento de esto - ni siquiera mi hijo- realice cambios internos, camino por sus túneles y llego a la celda donde yace la mujer más especial que tengo levantando todo, solo es un espejo de donde esta realmente por que ella esta en el palacete, sacarla de ese lugar implicaría su muerte en forma progresiva y por supuesto la mía,  pero es suficiente imagen para fortalecer mis convicciones, ella gira a verme y sus ojos son tan azules como los de ella pero más claros, le digo que necesitare más de su colaboración, hago que ella aporte más energía para el portal e inmediatamente le aviso Simón para que genere uno hacia otro punto.

  • Los dos costados confirmados – me dice Soria luego de un par de horas - ¿quiere que le traiga algo de comer?
  • No – me acomodo en la silla que está en la posición correcta para no perderme de nada - vámonos ya, la dejamos mucho tiempo sola
  • Es inescrutable
  • Ni te imaginas como avanzan las cosas mi querida Soria
  • Si me lo permites padre yo…
  • ¡Jamás te atrevas a repetir eso! – la silencio al instante y mi mirada es fría – nadie por ahora deberá saberlo, recuérdalo – asiente con la cabeza y en silencio salimos




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