Equilibrio : la luz

XXXIV

AEL

Verla en sus manos me genera molestia, enojo, quisiera arrancárselas por atreverse a tocarla, pero me tienen acá amarrado y a punto de electrocutarme, ella entiende cuando le hago un gesto para que se tranquilice y sepa que todo va bien, se acerca Celina en su traje que le queda muy bien, no dejo de ser hombre a pesar que la odie por lo que es, levanta mi rostro y sonríe como si tuviera la victoria en sus manos.

  • ¿Cómo te has sentido estos días? – no entiendo su pregunta - ¿mucha fatiga Ael?
  • La verdad no, ni siquiera se de que hablas
  • Claro que si – sonríe con insuficiencia – aprovecha el tiempo que te queda a su lado

Entonces recuerdo el encuentro que tuvimos en el puente el día que se llevaron a Elena.

Preferí dejar la conversación con Elena, tocar ese tema definitivamente no conviene por ahora, no me aleje mucho, pero si el necesario para pensar, no me esperaba su compañía y me molesta que me perturben cuando quiero paz

  • Excelente vista – dice mirando el lago y viendo hacia el parlamento
  • ¿Qué quieres? – me coloco alerta
  • Visitar a un viejo conocido no está prohibido– me mira de reojo y me genera risa
  • No somos nada de eso – ella respira profundo
  • Vengo a mostrarte mí dulce adquisición – ella se gira para verme y yo hago lo mismo - ¿no quieres preguntar? – dice después de un largo silencio
  • No quiero saber – me da mala sensación todo esto

Me da una de sus sonrisas que te dan escalofríos de lo siniestra que es y me dice que me conviene, no termina de decir esa frase cuando me tiene al borde del puente e introduce su brazo en mi abdomen, me genera una punzada en el pecho bastante fuerte, esta sensación es similar a la conexión que aparentemente tenemos con Elena, logro cortar rápido su brazo desde el codo y saco o que queda en mí, me sonríe y desaparece diciéndome que nos vemos luego

Desde entonces la presión es más fuerte, ella me susurra que es muy dulce el corazón, siento rabia por no haberme dado cuenta y quien sabe que mierdas hizo dentro de mí, me lanzo impulsado por ese sentimiento y quererle por primera vez arrancarle la cabeza, me sujetan antes de que llegue a ella, pero mi enojo crece y comienzo a sentir la energía que corre con más fuerza en mi cuerpo, ella lo percibe y me ve de una manera que no entiendo - ¿Qué es lo que todos ven cuando estoy en este estado? – se aleja muy enojada, en seguida se escucha la señal, se rompen los lazos que me apresaban y me lanzo hacia Elena, la intención es clara hasta para ellos, que hacen una barrera impidiéndome llegar, los espectros batallan con Ciro y Lucio que no dejan que se acerquen, al otro lado no se que hablan pero comienzan a caminar hacia el portal, Elena forcejea con Zeto que la agarra del cuello y le hace verme, le dice algo y ella parece ceder dando una mirada de súplica, entonces grito del desespero y a mi alrededor todo está en llamas, de mi cuerpo sale un leve humo rojo y azul, no se que es pero con solo tocar la muralla que levantaron esta desaparece.

Ellos se detienen a mitad del camino y Zeto es el único que viene hacia mí, lo detiene Celina y me ven a la espera de que avance, busco a Elena y su mirada no es de susto si no de preocupación, me recuerda a la de mi padre, doy dos pasos hacia ellos y ella camina hacia mí, la detiene nuevamente Zeto mi rabia cobra mas fuerza, siento que me comienza a doler el pecho, mi mano trata de sujetarlo como si eso lo calmara, miro a Celina que me muestra una sonrisa y sin previo aviso corro hacia ellos, Lico coloca las ramas para que bloqueen mi camino, pero nada funciona, el dolor en el pecho se siente cada vez más fuerte, lo único que me importa es recuperarla.

De repente todo se pone oscuro y soy golpeado con una fuerza descomunal que me lanza varios metros hacia atrás, hago luz de mis brazos y logro distinguir a Doran, en medio de todo con sus ojos negros y venas en su rostro del mismo color, la imagen es siniestra y salida de las profundidades del averno.

  • Te daré la oportunidad y luego vendré, arrasando todo a mi paso, jamás olvides que yo te arrancare el alma, pero sobre todo acabare con la única cosa que me impide estar a su lado – se acerca de forma veloz y me sujeta del cuello – tú

Le empujo con la misma intensidad y escucho un sonido lastimero tan horrible que eriza la piel de cualquiera, de repente me falta el aire, el pecho me arde y caigo sin poder evitarlo.

ELENA

Verle transformarse luego de que Celina se le acercara, me preocupo demasiado, no le había visto de esa manera, recuerdo la conversación que tuvimos y no sabía la magnitud de sus palabras hasta ahora que me doy cuenta en lo que trata de convertirse, sentí la profunda necesidad de detenerlo, pero Zeto no me lo permitió, forcejeamos un poco hasta que me detienen sus palabras.

  •  Deja de luchar igual olvidaras todo Elena – me sujeta de los hombros
  • ¿Cómo?
  • Cállate Zeto – le dice Lico – tenemos mayores problemas
  • No durara ese problema – afirma con una seguridad aterradora Celina




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