ELENA
Llego a casa enojada y empapada por la fuerte lluvia que cae, tengo la sensación de querer acabar con todo, me encuentro con Macabeo muy tranquilo sentado en el pórtico y en la mesa tiene varias dagas, las acaricia una a una mientras espera pacientemente que decida hablar, pero eso no llega y en cambio él comienza.
Se pone en pie y es muy alto, acuerpado para su edad y me coloca una mano en mi hombro derecho, me aprieta suave y me da la sensación que tanto necesitaba, tranquilidad y seguridad, me lleva al lago donde está la balsa que Ael construyo, la tempestad aumenta y caen rayos muy cerca, eso me detiene un poco y el me sujeta del brazo guiándome de la misma manera con la que me apretó el hombro, debe casi gritarme cuando me habla.
Logro pronunciar antes de que empuje la balsa y esta me lleve a una gran velocidad hasta la mitad del lago, cuando levanto la vista Macabeo esta sobre el agua con las dagas girando a su alrededor, la tormenta no da tregua y cada vez se hace más fuerte, a lo lejos veo Ael con un tarro de galletas y se recuesta en el árbol, sin importarle la fuerte lluvia espera ver un buen espectáculo.
Debo agacharme cuando Macabeo me lanza dos de sus dagas, pero estas no se regresan, quedan apuntándome y girando a mi alrededor, él se encuentra muy lejos y la tormenta no ayuda a la comunicación, pero aun así hace que le escuche tan claro como si estuviese a mí lado.
Caigo en más de una ocasión al lago, Macabeo en verdad es un gran guerrero y me fuerza a dar todo, me dice una y otra vez que deje a sami tomar parte del control, entonces decido hacerlo y por primera vez logro mandarle un rayo que iba a caer sobre el lago, esto lo hace hacer un escudo y redirecciona hacia el bosque, eso le saca una gran sonrisa y me dice que pasaremos de nivel.
Mi respiración es agitada, no sé cuántas horas hemos estado en las mismas, he logrado manejar cada una de las cosas que me ha enviado, pero ya me estoy agotando, los últimos ataques no los he podido esquivar por completo y debo sanarme, agotada caigo de rodillas y con respiración rápida pero no sirve de nada, me dice que la debilidad es la muerte y me hace caer de la balsa una vez más, mientras me dejo hundir mi mente viaja a las pérdidas que hemos tenido, las manipulaciones de mi infancia, las mentiras y sobre todo a las últimas palabras que me dijo Ael, siento un enojo de todo eso, mi sangre hierve de sentirme inútil y posiblemente ser la destructora del mundo, una fuerza me impulsa hacia la balsa nuevamente y siento que de mi sale fuego, veo un aura roja con tonalidades azul y mucha sorpresa en Macabeo e inmediatamente se alza una barrera a su alrededor, lanzo rayos sobre él y debajo del agua genero un remolino que lo desestabiliza, coloca sus manos en el agua y me refleja mi ataque, es tan potente que debo elevarme tan solo un poco y dejar que se lleve la balsa.
Levanto las manos al cielo decidida acabar con esto, hago varios tornados de fuego y los envió a donde esta Ael y Macabeo, siento que pierdo el control de mí misma y la oscuridad se hace presente nublando mi visión haciendo caer en un pozo, escucho a Macabeo decirme que es el momento de aprender a manejarla, lo siento a mi lado y me sujeta dándome descargas suaves, estas recorren cada parde de mí y hacen que mi vista se enfoque nuevamente, el sigue en lo mismo pero ahora el escudo está a nuestro alrededor, me incita a respirar y poco a poco siento esa energía controlada.
La tempestad acaba y la calma regresa, apenas toco el suelo me desplomo, mis piernas no me responden y apenas puedo mantenerme despierta, también me dice que debo medir mi energía y eso será el siguiente paso.
LUISA
Llegando a las oficinas siempre me tomo un delicioso café, me recuerda a ella – cuanta falta me hace – desde acá tratamos de controlar las acciones de quejaron, pero a veces es difícil y me agoto cada vez más, hace unos meses tuvimos un enfrentamiento con los guardianes de Zeto, andan encima observando nuestros movimientos y las reuniones con Ael se hacen más difíciles de mantener, la ultima vez que hablamos me dijo los avances de Elena y me agrada que las cosas se mantengan de forma exponencial, ya Aline necesita que las cosas se apresuren, su ultimo reporte no me agrado mucho – tampoco es que pueda ir hacer algo- me siento derrotada en esta oficina en la que me mantengo para seguir con lo planeado.
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Editado: 12.01.2023