LIV

ELENA 

El pasillo es bastante largo, oscuro y frío, escucho a lo lejos esa voz que pronuncia mi nombre o por lo menos con el que me han llamado desde que recuerdo, esa voz me es tan familiar, pero por más que trato no recuerdo de quién es, camino sin encontrar fin y debo guiarme con la pared para no perderme en este lugar, de repente escucho la risa de un niño y el panorama a mi alrededor cambia.

Me encuentro en la mitad del recibidor de una casa enorme, las escaleras a la derecha tiene detalles en oro junto con esculturas que parecen griegas, a mi derecha hay una estancia con una enorme chimenea con cillas de estilo clásico - la verdad se ve muy antiguo todo - entonces aparece una niña de cabello negro recogido en una cola alta, piel dorada y ojos claros - ¿soy yo? - susurro mientras veo a la pequeña correr por toda el área con un libro en su mano, detrás de ella aparece una mujer que ríe al verla y juega, suena una puerta y las dos se asustan de tal manera que el rostro de la mujer palidece, las dos corren hacia las paredes y ahí se quedan.

Un grito demasiado fuerte llama mi atención y una súplica me estruja el corazón,  sigo el sonido hasta una puerta color caoba con pomo de oro, mientras me acerco me recorre un escalofríos y a mi alrededor se torna negro, solo esta la puerta frente a mí, no soy capaz de dar otro paso y esos gritos siguen junto con risas de lo que parecen ser tres hombres - aléjate - escucho que susurran en mi oído derecho pero no veo a nadie - despierta Elena y regresa a mi - quedó paralizada cuando la puerta se habré sola y parece invitarme, pero esa voz me sigue diciendo que me aleje.

Después de pensarlo mucho mi curiosidad es más grande y avanzo temerosa de lo que pueda encontrar, al entrar solo veo un escritorio junto a tres sillas, no hay rastro de la persona quién gritaba y estoy segura que era una mujer quien suplicaba, la puerta se cierra con fuerza y le salen cadenas a todas las paredes quitando la poca luz que hay en esta habitación, mi corazón se acelera al ver una imagen alta y fornida que aparece detrás del escritorio, es solo una sombra pero sus ojos son plateados con vetas negras que no dejan de observarme paralizando mi cuerpo de tal manera que las cadenas comienzan a subir por mis piernas y no puedo hacer nada, comienzo a sudar como si tuviera calor y esta cosa se levanta atravesando el escritorio sin quitarme la mirada, la temperatura de mi cuerpo aumenta sin entender que me ocurre, entonces aparece una imagen azul con verde frente a mí y me mira de reojo dándome ¿Paz? En una situación cómo está no pensé que pudiera sentirme segura bajo un par de ojos dorados y que no conozco a la persona que está en frente, pero su voz es la que escucho pues me dice - despierta y regresa a mi - entonces me llega una pequeña imagen de alguien diciendo lo mismo, es tan rápido que me confunde pero su nombre se repite como eco en mi mente - ¿AEL? - la sombra de ojos plateados se detiene y aprieta sus manos con fuerza, mientras que la imagen con luz me da una hermosa sonrisa y lo último que escucho antes de que todo desaparezca es "regresa a mí".

Me despierto sudando y tratando de zafarme de quien me está sujetando los brazos, me grita que basta y su voz me hace sentir como esa sombra y cuando reparo a mi alrededor, estoy en la habitación que me dieron, pero está destruida y parece quemada, en la puerta hay una mujer que no había visto de cabello rojo y su mirada es fría, veo a Zeto quién es el que me sujeta con su mirada que parece ser ¿enojo? ¿pero de qué?, respira profundo y me sujeta el rostro con delicadeza haciéndome sentir extraña

• Fue solo una pesadilla El - me dice ayudándome a sentar y pasándome un vaso de agua - recuerda que estás segura y no dejaré que nada te pase
• ¿Qué ocurrió? - pregunto al observar como quedó destruida la habitación
• Tu cuerpo comienza a recordar quién eres - dice Lico - debemos comenzar a entrenar pues no puedes dejar que te controle - no sé de qué habla y mi rostro parece reflejarlo -iremos paso a paso para que entiendas

Dice mientras de su mano se genera una rosa de colores variados y brillantes, es hermosa a simple vista y me la da diciéndome que es para darle algo de color a lo negro en lo que se convirtió mi habitación, la mujer que está en la puerta lleva un vestido blanco con cinto café abierto en la parte delantera, debajo se ve un pantalón negro bastante ajustado y lleva botas que no había visto, coloca sus manos en el suelo y sus ojos se tornan rojos tan brillantes que parecen ser dos bolas de fuego, la habitación comienza a repararse y todo regresa a su puesto, me levanto sorprendida de lo que veo, busco alguna explicación en Zeto que con calma y serenidad no retira sus ojos de mi reacción - ya hasta me parece extraño su forma de verme - la mujer termina y se levanta de una manera que me hiela la piel, su posición es tan agresiva que parece quererme atacar y destrozarme como si fuera su cena. 

• Retírate - le dice de forma brusca - largo Celina - ella le da una mirada intimidante y se endereza, no se va sin antes darme una mirada que promete todo, menos hablar
• ¿Quién es esa mujer? - no retiró la mirada por dónde se fue - ¿Que es todo lo que pasó? - pregunto ahora mirándolo y me asusto al verlo tan cerca
• ¿Cuál fue tu sueño?  - le comento parte de él porque siento que ya no puedo confiar - ¿Eso fue todo? Una casa con una niña y un cuarto con ruidos extraños - relata mirándome fijamente
• Me asusté con eso y que creo ... - me quedo callada y me abrazó por la sensación que me regresa el solo recordar - había una sombra extraña y me paralice por completo ya luego sentí calor y me desperté