Equilibrio : la luz

LXV

TIEMPO ACTUAL

ALINE 

  • ¿Ya te dije que eres un idiota? - le digo una vez más mientras tratamos de sanar el terreno - se supone que venías ayudar a resguardar y mira qué bien lo haces
  • Ya basta Aline - me dice molesto - vine a descargar mi enojo y me alegra haberlo encontrado

Su energía es bastante fuerte de lo enojado que está, desde que despertó de la soñolencia que le dio el brebaje, parece desesperado por avanzar y solo ha pasado un día, suspiro agotado de que a veces parece un niño voluntarioso, pero debo reconocer que su presencia hace que retrocedan un poco, decido dejar todo en manos en Ciro y que continúen con el avance para evitar que lleguen a su destino, me llevo Ael al campamento por qué debemos hablar de su trabajo en el proceso de extracción.

Al llegar Noa lo atiende como si en verdad fuera su pareja, no estoy de acuerdo con eso, pero al final eso no me interesa, la energía que se veía en el horizonte parece calmarse y debemos ir atender varias emergencias que se generaron por eso, la inestabilidad de Elena cada vez es mayor y sin saber que pasó nos cuesta trabajo, la última vez que vino me trajo la bolsa que le envié a Bianca con Felipe y avisó que las cosas se estaban poniendo complicadas, por eso ninguno ha tocado el tema y apenas entro en la carpa de Macabeo, me recibe con la misma pregunta de hace días 

  • ¿Ael entrará? - le digo que no lo sé y me siento al frente - debemos movernos en la noche
  • ¿Por qué tan pronto? - le digo angustiada de que no esperemos a que ella de la orden - todavía faltan cinco días para que el tiempo sea el acordado
  • No podemos esperar más - entra Ael - estuve en su mente hace dos noches y lo que vi es ... - se queda callado y soba su frente muy fuerte
  • Recuerdas cuando dijo que Lico había hecho una fisura en su mente - afirmo y continua Macabeo - esa fisura es una copia de él o por lo menos eso creemos, las está atrapando poco a poco en círculos rojos y extrayendo lo más que puede de su esencia, debo admitir que eso no lo planeamos - Ael es sarcástico en su respuesta - pues no, vimos todas las posibilidades menos esto y que ella no lo dijera me preocupa aún más

La conversación se extiende a horas, terminando ya entrada la noche, salgo a preparar a la gente que debe ir, todos ya saben que deben hacer y sólo uno es quien se queda para la otra misión, sabe los riesgos, pero está dispuesto a lo que sea por ayudar a que esto termine definitivamente, a lo lejos veo a Bianca sentada en una banca con la ropa hecha trizas, a penas me ve se levanta abrazarme demasiado fuerte, le digo que se tranquilice y me cuente que pasó 

  • Fuimos por mi esposo a donde Einar, todo fue un caos apenas llegamos - medio sonríe en medio de su relato - debo decir que dejaste todo muy destruido y eso nos ayudó para ocultarnos hasta llegar a la celda - vuelve su semblante triste - lo torturaron mucho y todo porque querían que fueras tú por el
  • ¿De qué hablas?
  • Einar quería que tú fueras, lo dijo cuando lo atrapamos - nunca se dejaría atrapar - dijo que esperaba con ansias por ti - me levanto de golpe preguntando donde está - en la cueva junto con Felipe

No dejo que termine y entro a buscarlo, es astuto y jamás se dejaría atrapar, al entrar lo veo de pie al lado del lago, Felipe en el suelo, pero con vida - demoraste - dice mientras se gira con postura recta, fría y como siempre calculadora, intercala su mirada entre Felipe y yo, solo sonríe levemente antes de volver hablar.

  • ¿Cómo fue ser feliz durante un tiempo? - no entiendo su pregunta - cuando éramos jóvenes nos la pasamos muy bien juntos, tanto así que llegue a deslumbrar un futuro a tu lado - no demuestro nada ante sus palabras - pero entonces tomaste una decisión lamentable para los dos
  • No había opción y lo sabes

Se mueve un rato por el espacio en silencio y suspirando de vez en cuando, le digo que hable de una vez y sin rodeos, pero lo que consigo es que continúe con el pasado 

  • Las opciones son relativas, pero en algo tienes razón a veces no hay opción - saca una de sus cadenas - cuando forjamos nuestras armas pensé que siempre sería hombro a hombro - me mira por un instante y continúa hablando mientras se mueve por el área - aquella noche debí decidir entre mi vida y la de alguien que me hubiera encantado fuera mío
  • Detesto cuando hablas así - saco mis armas - se claro y acabemos con esto ¿Qué quieres?
  • Sólo deseo preguntarte ¿Alcanzaste ver a tu hijo con vida? - esa pregunta me desestabiliza - buen espadachín sin duda alguna y cuanto hubiera amado a ese muchacho si hubiera sido mi hijo

Trato de no mostrar cuanto me afectan sus palabras, la confesión de que fue su ejecutor me rompe, aquel día para mí es muy duro sin importar los siglos, milenios o décadas que se sumen a su recuerdo, su ausencia siempre es fresca, llega Ael a mi lado y trata de ponerse en frente, sin embargo, no le dejó y respondo frente a las afirmaciones que da.

  • Alcance a verle el brillo en sus ojos, gracias por preguntar - trago grueso aguantando las ganas de romperle la cara - ¿Viajaste tanto para semejante pregunta? Por qué me confunde con respecto a cómo debo sentirme ¿Alagada tal vez? La molestia de venir y hacer todo esto en verdad creo que me alaga -suspiro una vez más - ¡Habla de una vez!




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