Eramos inocentes

Capitulo 4

 

 

 

         Cuando abri mis ojos todo estaba oscuro, la tenue luz de la ventana de cristal me recordo donde estaba y por que, al intentar mover las manos gemi de dolor. Realmente hinchada y de un color casi violeta mi muñeca se notaba realmente mal. Habia algo que me llamo la atencion, la aguja que se introducia en mi piel y el tubo transparente que venia junto a la aguja. Al levantar la vista puede ver el suero, palpadie sorprendida, la luz del pasillo llamo mi atencion se escuchaban voces a lo lejos, me puse de pie y camine despacio hacia la puerta entre abierta.

- Que quieres que haga - levanto la voz Nathan - Te veo con ese imbecil y me pides calma - doy un pazo atras.

 

- Como quieres que reaccione yo, te casaste con mi hermana, te revolcaste con ella soy yo quien deberia tener calma.

Apesar de saber que tengo mi muñeca rota aprieto los puños con fuerza al escuchar a Nathan - Yo te amo, mataria por ti y lo sabes - soporto el dolor y me quedo callada escuchando la cruel realidad.

- Si realmente me amaras como dices, por que Lena, por que tenias que revolcarte con mi hermana.

- Ella no significa nada, solo fue un puto error - grita - tengo que pagar por ello toda la vida.

Mis ojos se llenan de lagrimas - Realmente valio la pena, pasar la noche con ella, acaso es mejor que yo.

Levanto la vista y puedo ver su sombra atraves de el pequeño espacio, niega repetidas veces - Jamas podra compararce a ti, le falta mucho.

- No pienso lo mismo, tal vez muy en el fondo sientes algo por ella, me basto con solo verte llegar con ella en brazos para saber que no es un juego para ti.

- Le rompieron la mano Clara, como querias que llegara con ella estaba realmente asustado.

- Sabes, la manera correcta de actuar es, dejandola sola en la calle y volver al hotel, que mas te da si ella no significa nada para ti.

- Lo haria si es lo que quieres.

Me aleje del pasillo y me encamine a la cama, sentia que todo me daba vueltas, realmente merecia aquel trato por parte de ambos, un solo error y eso era lo que me ganaba, su desprecio. 

 

Cerre con fuerza los ojos cuando luego de cinco minutos escuche la puerta cerrarse, deje de respirar cuando unos dedos temblorosos rozaron mi rostro. Luego de un suspiro por su parte se alejo, el golpe que provocaban sus zapatos en el suelo me aseguraron que se habia alejado. Abri los ojos, nerviosa, aterrada y extremadamente asustada. Nathan provocaba en mi todos esos sentimientos que no podia controlar. Lo encontre mirando a traves del ventanal el cielo nocturno ( tanto me odiaba ) quize preguntar, el por que me habia dejado pasar por todo aquello, la prueba era mi muñeca, mire su espalda, la cabeza mirando el suelo supuce que en su interior buscaba algunas respuestas y algunas soluciones a todo.

- Nathan - susurre, se quedo en la misma pocision.

- No pedire disculpas, realmente deseo verte sufrir, pero me es dificil cuando no solo debo verlo yo, quiero creer que entiendes las maneras en las que odio esto, por que sabes que puedo acostarme contigo pero que jamas podras hacer que te ame.

- Dejarme tirada en aquel callejon hubiera sido preferible, si me odias tanto por que estamos en esta posicion.

 

En el fondo de mi senti un gran nudo, algo que no me dejaba respirar un dolor latente y agudo que acabaria conmigo tarde o temprano.

 

- Tal vez por que soy demasiado estupido, o quizas por que soy muy listo.

 

Se alejo de el cristal y me observo, no vi arrepentimiento en sus ojos, si no mas bien un hambre de acabar con todo y ser yo la causa de aquello me dejo helada. - No tengo una respuesta a lo que dices, tampoco peleare con lo que decidas.

- Tan simple, eres demaciado simple Lena.

 

- Sabes en ocasiones no solo ser simple resuelve las cosas, te estoy dando una oportunidad de que huyas lejos, que intentes estar con Clara. - sonrio - dame el divorcio.

 

Levanto las cejas y carcajeo, - Tu, me estas dando a mi una salida facil - asenti, nego caminando hacia la cama - Quieres huir - susurra - no pretendo hacerlo tan facil, quiero que duela y que grites cuando ya no puedas mas, quiero verte sangrar, tal vez que te arodilles frente a Clara y que le pidas perdon por todo.

Hacerca su rostro al mio, siento lagrimas en los ojos, - Tambien te arrastraras por el suelo - pregunto - no fui la unica que fallo - sostiene mi rostro con fuerza, abro mi boca ante el dolor pero este aprieta aun mas.

- Sabes que es lo peor, tenerle que ver la cara, ver cuanto odia a su esposo saber que ese hijo de puta la toca y yo estar aqui contigo.

 

- Jamas me veras arrastrada en el suelo pidiendole perdon a Clara, pueden odiarme todos incluso hasta mi madre, pero hay algo que jamas hare - pasa su lengua por mis labios.

- Lo haras, lo haras por mi...

 

Aquella afirmacion, aquella mirada, aquellas palabras tan seguras Nathan era la persona que me arrastraria a un futuro incierto.

 

 

Ya que la cena se habia aruinado por mi culpa segun Clara, a la mañana siguiente nos encontramos para el desayuno. Jamas habia estado mas incomoda pero todos parecian divertirse, el dolor en la muñeca aun era demaciado, - Por que siempre te metes en problemas - mi hermana apreto mi muñeca con fuerza, no pude evitar gritar, todo el mundo hizo silencio en la mesa y alrededor. - Lo siento - sonrio.

 

La mire, por instinto lleve mi brazo a mi pecho y lo sostuve con cuidado, - Estas bien - la voz de el esposo de mi hermana me saco de mi sorpresa. Asenti, mire mis manos sin poderlo evitar senti miedo, al levantar la vista Nathan me obsrveba con cuidado.




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