Érase una vez

CAPÍTULO 7: "Simplemente Tom"

18 años, Noviembre.

Me levanto de mi pequeña siesta, el bus aún no llega a mi estación. Estiro un poco las piernas y reposo mi cabeza sobre la ventana.

Las gotas de lluvia chocaban contra esta y me provocaba una peculiar sensación a cosquilleos por todo mi cuerpo, giro a mi derecha a ver si aún el tipo del bigote sigue a lado mío y en efecto, esta durmiendo.

De manera relajada alzo la mirada hacía delante, y puedo ver a una chica sentada con muchos rulos, se me erizó la piel.

-¿Porqué esa chica se me hace tan conocida?.-Puedo ver como mueve su cabeza de un lado para otro levemente.

Mi atención se enfocó al 100% en la chica, pero esto es interrumpido cuando el tipo del bigote me toca el hombro.

-¿Falta mucho para llegar el centro?.-Su bigote me da algo de gracia.

-Pasamos el centro hace 5 minutos.- Su rostro solo muestra preocupación, pues regresar al centro será todo un problema, ya que es raro ver un bus de regreso a estas horas.

Rápidamente él actúa y le dice al chófer para bajar, estaciona en algún paradero que no conozco y cruza la pista como si no hubiese un mañana. Al fin puedo disfrutar mi asiento a solas, ya que el sujeto estaba roncando y era medio incómodo.

Otra vez mi mirada es atrapada en la chica que se sienta delante mío, tengo muchas dudas y pocas respuestas, no quiero hacerme ideas raras, llevo años buscándola y no quiero hacerme falsas ilusiones. Mejor tomare otra pequeña siesta, pues el trabajo ha sido demasiado agotador, me duele mucho espalda, estar 10 horas sentado sobre un asiento muy mal acolchonado, es un dolor contaste que no puedo detener.

Quiero llegar a casa y poder dormir, ya que últimamente, por no decir todo el tiempo, no alcanzo a tener un buen sueño. Cierro los ojos nuevamente, y me quedo dormido por unos momentos.

En mis sueños siento mucho movimiento, y una luz pasar frente mío, me asusto pues se veía muy real. Me levanto del sueño, de manera repentina, y logró ver como aquella chica al cuál me hace recordar mucho a Rose bajaba del bus.

Justo al bajar por las escaleras, se colocó por un momento en perfil y MIERDA... ES.... ES....

ROSEEEEEEEE!

Me levanto del asiento rápidamente a seguirla, pero el chófer sigue conduciendo a la siguiente estación.

-DETEGANSE.-Me sostengo en los tubos de acero del bus a lado de la puerta.

-Tendrá que esperar al siguiente paradero, sólo es por seguridad.-Le muestro un billete de 20 dólares.

-Por favor.-Lo recibe bastante confundido, pero para mi suerte frena y bajo del autobús lo más rápido posible.

La lluvia me limita a correr, pero tendré que tomar el riesgo. Logro ver a Rose a lo lejos cruzado las dos pistas de esta avenida. Estoy a punto de cruzar y la luz cambia a rojo.

-CARAJO.-Grito desde mi interior.

Para mi mala suerte, las pistas estaban llenas de autos y era de locos cruzar sin que me pase algo antes. Lo peor de todo esto es que no conozco para nada esta parte de la ciudad, sería muy fácil perderme y más a estas horas de la noche.

Empiezo a ver por todos lados en busca de algo que me ayude a cruzar al otro lado sin morir en el intento y para mi suerte, justo a lado mío hay un puente, tendré que cruzar por ahí.

Corro hacia las escaleras, esquivando un par de personas en el proceso. El suelo esta muy resbaladizo así que me sostengo de las baranda y sigo subiendo. Llego a la cima del puente y corro hacia el otro lado del puente. La perdí de vista, espero poder alcanzarla.

Bajo las escaleras del puente, y sigo corriendo por las largas calles. Giro una esquina y solo veo otra la larga calle que lleva a más calles, ya no logró ver a Rose, pero aun no me rendiré, sin pensarlo dos veces giro a mi primera izquierda que logró alcanzar, e ingreso a un callejón con poca iluminación, creo que es uno de los movimientos más arriesgados que he hecho en mi vida.

Por suerte, aún la veo a los lejos y gira hacia la derecha. Sigo corriendo, pero con el pecho apunto de estallar, no se como mierda estoy logrando correr tanto, esto de fumar me esta consumiendo.

Logro llegar nuevamente a la otra calle. Rose está cada vez más cerca de mi, pero no se cuanto tiempo más pueda aguantar corriendo.

-ROSE.-Intento llamarla, pero recuerdo que tiene puesto sus auriculares, lo noté mientras bajaba del bus.

No me queda de otra que seguir corriendo, ella cruza nuevamente la calle sin ver a los lados. Intento cruzar pero un carro toca su claxon atrás mío y me saca un susto.

-VE CON CUIDADO IMBÉCIL.-Él tipo sigue conduciendo, sin siquiera darme tiempo a reaccionar.

Rose ingresa por otro callejón, pero mis piernas y mi pecho quieren descansar, ya no puedo más. Todo esto es gracias a las basura que me meto casi a diario. Respiro ondo mientras doblo mi dorso hacia el suelo y sostengo mis manos sobre mis entrepiernas, intentado respirar.

-SIGUE CORRIENDO BASTARDO.-Mi yo interno grita, y por arte de magia, me repongo.

No lo pienso más, y sigo corriendo en esta fría e intensa lluvia. También ingreso al callejón y Rose esta parada frente a una casa blanca, buscando algo en su cartera. Me acerco lentamente, muy agotado a tocar su hombro.

-Rose.-Intento volver a respirar.

Ella gira sorprendida, se quita un auricular y me observa atónita.

-¿Tom?.-Parece no creer lo que ve.

-Que gusto verte de nuevo.-Paso mi mano por mi cara, pues siento un extraño tic en el ojo.

-TOM, ven acá.-Me abraza con el cuerpo totalmente mojado, pero a ella parece no importarle.-¿Qué haces aquí?

-Perdón que me encuentre así.-Intento respirar.- Pero he corrido mucho, para poder llegar hasta aquí.-La abrazo con muchas fuerzas.-No tienes idea de cuanto te extrañe.-Sigo asimilando mi respiración.

-Lamento tener la música tan alta.-Me sonríe, y guarda sus audífonos.-Te extrañe mucho.-Carajo, es ahora o nunca.




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