Érase una vez

Capítulo 22: Desayuno.

El camino de regreso a casa, a sido un poco más largo de lo previsto. Tuve que entregarle el dinero a Marcos como lo habíamos acordado el día anterior, no tarde en encontrarlo, estaba en la vieja vagoneta de aquel tren tomando ron a solas. Le entregué los 500 dólares de la hierba que me pagó Tyler y de esta venta obtuve 200 pavos, ni tan mal por arriesgar mi vida un par veces durante la noche, oh, y también el agollar a un anciano. Me preguntó por el bate mientras se despedía, por obvias razones le tuve que contar en el lío del que me había metido ayer, y que al final de todo el kilombo, el bate se me había caido por los nervios.

Rió y rió como el desgraciado que es, me dijo que López ya se lo había contado, él evito que mientras Tyler y yo corríamos a su departamento, nos disparan a lo lejos. Con razón escuché balas tras nuestro. No le tome importancia a la balacera, lo único que me importaba en ese momento, era mi amigo. Todos mis ideas y preocupaciones era quitarle esa bala que llevaba metida en su puta pierna. Sin embargo, López llegó al escenario donde todo había ocurrido y el bate había desaparecido del local, alguien más se lo había llevado. 

No me culpo de nada, se limitó a decir "No estabas listo para tal responsabilidad" al final cerro los talones y fin de esta historia.

Pero bien, mucha acción por hoy. No tengo idea si hoy día voy a poder volver al puente, Marcos me dió la opción de volver cuando necesitará dinero. Y... creo que estos horarios son algo flexibles después de todo.

Ahora estar frente a la puerta de mi casa, es un alivio que me merezco. Me estiró un poco el cuerpo, lo llevo tenso, respiro como siempre lo hago para calmar los nervios y toco la puerta. Ya que olvidé mis llaves, como siempre.

Rose abre la puerta con mucho estusiasmo.

-TOM, MI NIÑO.-Corre hacía mi y me abraza con fuerzas.-Que feliz estoy de verte.-Mis ojeras hinchadas y mi cabello tan desordenado, demuestra que ha sido una larga "jornada"

-¿Qué tal has estado Rose?.-La abrazo con las pocas fuerzas que me quedan.-Te ves tan linda recién levantada.

-Bien, bien. Aunque no me creas, llevo esperándote en el sofá desde hace 1 hora. Incluso ví como amanecía y todo.- Sonrío, pues es lo que siempre he esperado en mi vida. Alguien que esté feliz de tenerme.-¿Y tu bebé?

-Cansado, fue una noche larga. Aprender como funciona unas cámaras con 10 botones diferentes, ha sido un dolor de cabeza.-Nos dejamos abrazar y pasamos juntos a la sala.

-Cuentame, ¿qué se siente ser el dueño de un lugar por las noches?.-Pienso en algo creíble.

-Que es medio solitario, siempre te sientes observado.-Mas o menos sentí eso en el puente Óleo.-No estoy acostumbro a sentirme tan intimidado, y lo sabes.-Sonrio de manera algo nerviosa.

-Pobresito.-Nos sentamos en el sofá y comienza a acariciar mi cabello.-Tranquilo, a lo largo de estos días te vas a acostumbrar como el chico exitoso que eres.

-Tienes razón...-Como pienso decirle que hoy no voy a ir a trabajar, no me siento listo para volver a eso.-Intentare que mi pánico no me gane.

-Preparé el desayuno mientras tanto, supongo que tienes mucha hambre.-Asiento con la cabeza, mi estómago está vacío.-Entonces vamos a la sala a comer, Lalo.

Ella se levanta y camina hacía el comedor de la casa, procedo a seguirla. Ambos terminamos sentados frente al otro, con el desayuno en mesa. No evito verla un momento a sus hermosos ojos, brillan tanto como cada mañana.

-Tom... No sé si este es un buen momento para retomar lo que pasó la otra vez.-Agarro uno de las tostadas y un pedazo de huevo.-Lo estuve pensando mucho, y te sentí algo indiferente respecto al tema estas dos semanas, como si nunca hubiese pasado nada entre nosotros, como si ese beso haya sido una broma para ti, o que se yo...-Me quedé helado, incluso las ganas de comer se esfumaron.

-Rose... Por favor.-Ella me detiene y me sostiene de la mano con mucha fuerza, esto me descoloca por completo, pero admito que amo sentirme así, presionado.

-¿No soy suficiente para ti, Tom?.-Un escalofrío pasa por mi cuerpo, escucho un destello en mi oido derecho, un pitido que se expande con los segundos.

-Rose... No digas eso.-Respiro de manera agitada.-Tu nunca has sido el problema en todo esto...

-¿Entonces quien es el causante de que no me ames como debe de ser?.-Se levanta de su asiento con mucha furia, incluso llorando por frustración que llevaba dentro.-¿Tienes miedo de que yo no sea suficiente para ti?... 

Mientras todo esto pasaba, la sala se empieza a deformar, parece que todo se destruye, Rose se desvanece con velocidad, como si de polvo se tratase.

-Realmente... Yo soy el problema.-Un fuerte destello cubre el lugar de blanco.

Todo se vuelve oscuridad. Parece que algo a colapsado dentro de mí. Perdí la razón del tiempo y espacio, todo parece ser irreal en mis alrededores. Camino en esta oscuridad, me quedo sin la respiración de a pocas, no soy capaz de respirar por mi cuenta. Me ahogo en este vacío. Siento mi muerte asomarse...

Hasta que vuelvo a la normalidad.

Me despierto junto a Marcos, veo ron y un par de vasos sobre esta. Todo lo que acabó de soñar con Rose y lo que pasó por el transcurso del día, ha sido una completa ide de olla, todo fue una pesadilla. Mi yo borracho es un imbécil. Doy un leve brinco, para reanimarme.

-Mierda, mierda, mierda.-Mi cabeza me duele como si fuese un puto infierno.-Esto es una completa MIERDA.-Intento sostener con fuerzas mi cráneo, no aguanto el dolor, es insoportable.

-¿Que carajo tienes Tom?.-Un Marcos borracho intenta auxiliar, pero su ayuda no hará mucho por mi.

Me terminó cayendo del sitio, fue un golpe en seco. Siento caer sangre de mi nariz, mis ojos están pesados y el dolor de cabeza se desvanece.

-Viejo, me ahogo...-Nuevamente me quedo sin aire.-P..p..por...favor...-Algo salado pasa por mi boca, parece que es sangre.




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